Las empresas de Menorca, en un 90 por ciento según la Federació de la Petita i Mitjana Empresa de la Isla, sufren el impacto del encarecimiento de materias primas, suministros y la energía. El informe redactado por la organización empresarial concluye que este impacto «está siendo más gravoso para las empresas menorquinas» debido a los sobrecostes de insularidad.
PIME alude a problemas en las entregas, tanto de materiales necesarios para llevar a cabo la actividad económica, como a retrasos para cumplir con las fechas acordadas en los pedidos. Destaca el incremento de los costes de transporte, el aumento de los precios, con subidas del 64, 7 por ciento en el combustible, el 61,2 por ciento en la electricidad, el 51,2 por ciento en la materia prima y el 33,5 por ciento en el producto elaborado.
Pero no todos estos aumento se han repercutido y muchas empresas asumen las pérdidas en su cuenta de resultados. PIME pone cifras a la repercusión que estos encarecimientos, junto con la inflación, están teniendo sobre la reactivación y el consumo. La primera exigencia, una vez más, consiste en que las empresas de Menorca produzcan y compitan como las de la península.