Balears ha quedado sin voz propia en la mesa del Consejo de Ministros del gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos. A diferencia de otras comunidades, como Andalucía, Valencia, Catalunya, Canarias, Castilla-La Mancha y el País Vasco, el archipiélago balear no contará con ningún representante en los encuentros semanales que reúnen a todos los titulares de las 22 carteras, distribuidas por Pedro Sánchez en cuatro vicepresidencias y 18 ministerios.
En el Consejo de Ministros se ven las caras cada viernes todos los integrantes del Ejecutivo, se debaten los proyectos legislativos y se fijan las grandes líneas de la política general que después se ejecuta en el segundo nivel de las secretarías de Estado y las direcciones generales. Balears, una de las comunidades que más aporta y menos recibe del Estado, necesita con urgencia más recursos a través del nuevo sistema de financiación. Los sobrecostes de insularidad han de ser compensados con un Régimen Especial aún vacío de contenido. Todo ello implica que el Govern de Armengol, formado por los mismos partidos del Gobierno central, ha de exigir desde el minuto uno para que Balears, a pesar de carecer de voz en el Consejo de Ministros, sea tenida en cuenta y atendidas las reivindicaciones cuya solución no admiten demora.