Las placas fotovoltaicas han pasado de generar 0,19 megavatios de energía en Balears en 2015 a ocho este año. Un avance, sin duda, aunque seguimos estando muy lejos de los porcentajes de potencia energética que producen con estas instalaciones otros territorios europeos. El aumento logrado en el archipiélago incluye las instalaciones de autoconsumo incorporadas a los edificios públicos, que hace cuatro años generaban 0,5 megavatios y en la actualidad son 2,4.
Los avances y la eficiencia tecnológica, una mayor concienciación de la población en la lucha contra el cambio climático, el trabajo profesional de los instaladores eléctricos y las ayudas aportadas por el Govern han hecho posible este avance. Durante estos cuatro años el Ejecutivo autonómico ha aprobado 9,5 millones de euros destinados a particulares, empresas y entidades locales del archipiélago. Estas subvenciones cubren hasta el cincuenta del coste de la instalación en los particulares y el cincuenta por ciento cuando son proyectos presentados por empresas. Las ayudas públicas permiten amortizar los equipos entre cinco y diez años. Ahora es preciso facilitar e incentivar la producción de energía eléctrica en los parques fotovoltaicos.