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El atentado contra Sa Naveta des Tudons, emblemático monumento de la arqueología menorquina e icono de la Isla, ha evidenciado tanto la extrema fragilidad en la que se hallan cientos de monumentos y yacimientos prehistóricos como la dificultad para garantizar su vigilancia y protección. Este es uno de los puntos débiles de la candidatura Menorca Talayótica que motivó fuera desestimada y que ahora deba afrontar una nueva oportunidad ante la Unesco para obtener la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

Mientras prosigue la investigación para identificar y detener a los autores de lo que no es un gamberrada más sino un grave ilícito penal, un delito contra el patrimonio histórico severamente castigado, el conseller de Cultura y Patrimonio, Miquel Àngel Maria, anuncia el incremento de las medidas de vigilancia de los monumentos ubicados en toda la geografía menorquina. Sin desvelar las actuaciones, es preciso aplicar y desarrollar todas las opciones que ofrecen los nuevos medios tecnológicos sin necesidad de recurrir a presencia humana.

Pero la gran cuestión consiste en civismo, educación y respeto para evitar se repitan actos tan rechazables como el ocurrido.