La celebración, ayer, de la Pascua Militar -instituida por Carlos III en 1782 como muestra de agradecimiento a los Ejércitos por la recuperación de Menorca y el fin de la segunda dominación británica de la Isla- motivó que el general Fernando Ladrón de Guevara, comandante general de Balears, se desplazara a Manorca para, en nombre de Felipe VI, presidir esta festividad.
En su intervención, afirmó que la nueva Ley de Seguridad Nacional, denominada «ley mordaza», va dirigida a «proteger la libertad, derechos y bienestar de los ciudadanos y a garantizar la defensa de España y sus principios y valores constitucionales». Ante una disminuida representación de las instituciones menorquinas, aseveró de esta ley, que provocó diversas protestas, que «la defensa nacional, la seguridad pública y la acción de Estado son sus componentes fundamentales y la estrategia de seguridad nacional, el marco de referencia de su política».
Unas afirmaciones que deben ser contextualizadas en el marco de la amenaza yihadista que se cierne sobre Europa, pero exige hallar el punto de equilibrio necesario para garantizar al mismo tiempo la seguridad y las libertades cívicas.