La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, pidió ayer al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que haga un hueco en su agenda este próximo viernes durante su visita a Palma para el despacho con el rey en Marivent. Armengol trata de forzar una respuesta a la solicitud de la reunión que remitió al inquilino de La Moncloa tras tomar posesión como presidenta de Balears para exponer los problemas de financiación que sufre nuestra comunidad.
El presidente Rajoy aún no ha dado respuesta a Armengol, con una situación similar a la que vivió Gabriel Cañellas cuando era presidente de Balears en sus repetidas peticiones de reunión con el entonces presidente Felipe González.
Subyace en el silencio de La Moncloa una voluntad de subordinación de la periferia respecto a Madrid, una actitud que no favorece el diálogo ni la relación institucional. Al margen de las discrepancias ideológicas, Armengol es la presidenta de Balears y merece ser escuchada por Rajoy. No querer atenderla constituye un desaire para los ciudadanos de estas islas. El viernes sabremos si Rajoy ha comprendido el mensaje de Armengol y halla el momento para esta necesaria reunión.