Ser agradecidos

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«La gratitud puede construir el mundo que anhelamos: un mundo donde el temor y el egoísmo den lugar a la confianza y el cuidado mutuo». David Steindl-Rast

¡Por qué nos cuesta tanto mostrarnos ante los demás, frente a la vida, como seres agradecidos por todo aquello que la misma tiene en ofrecernos y de todo aquello que recibimos de quienes vivimos y compartimos el camino del vivir.

En esa falta de respeto, en esa muestra de desprecio en ocasiones y prepotencia egoísta por nuestra parte, en esa falta humana de sentir gratitud; se esconde el miedo a sentirnos y a mostrarnos como seres vulnerables.

Todos nosotros de una forma u otra estamos «juntos» y nos necesitamos de una forma u otra, desde un compartir, en un acto de dar y recibir desde la generosidad bien sea algo material o inmaterial; ofrecemos Amor, empatía, alegrías y tristezas, ofrecemos nuestro apoyo cuando es necesario, nuestro saber escuchar desde el silencio de nuestras mentes sin un juzgar, ayudamos a los demás a la vez que somos ayudados y se fortalecen nuestros lazos, nos volvemos más humanos, sensibles y empáticos hacia el dolor ajeno que a su vez llega a ser el nuestro.

Desde esta comprensión se quiebra nuestro egoísmo, y se hace palpable que de ninguna manera somos autosuficientes, y nos incentiva e impulsa a desarrollar en nosotros la empatia en donde todos somos uno en el sentir del agradecer.

«Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida,como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti». John Donne

En todo cuanto acontece en nuestras vidas, en todo aquello que recibimos de la vida y que se nos ofrece a través de otras personas, cercanas o muy lejanas a nosotros, existe una misteriosa confabulación ajena en la mayoría de ocasiones a nuestros ojos, a nuestro saber y entendimiento.

Mostrarnos agradecidos desde esta comprensión, nos hará más humildes, compasivos, empáticos, y más humanamente vulnerables.