Deduzco de la última misiva de los tres diputados de Més per Menorca que les atormenta, y no poco, la cuestión de que, por su capricho, los ciudadanos tengan que pagarles 250.000 euros. Y por eso se ven obligados a tener que explicar lo inexplicable para apaciguar su mala conciencia. Y lo hacen después de haber dicho que «no volem alimentar aquesta dinámica i, a més, tenim altra feina».
También deduzco de su última carta, que ya han dejado a su suerte a la consellera Esperança Camps, a la que todos los rumores periodísticos dan por finiquitada. Ni una sola palabra en su defensa y ni una sola palabra en defensa de la conselleria, cuota de Més per Menorca, totalmente prescindible y que nos cuesta miles de euros para no hacer nada de nada, lo que, en mi opinión, es otro ejemplo de corrupción de baja intensidad.
Pero vayamos a lo que nos importa. Dicen los tres diputados de Més per Menorca que: «Les assignacions als grups són un muntant que varia poc i que es distribueix cada legislatura en funció dels grups que hi ha. Si el nostre grup no existís, la nostra assignació es repartiria entre els altres». Esta afirmación es una absoluta falsedad. Es una mentira del tamaño de una catedral.
Si esto fuera así, ¿cómo se explicaría que en la anterior legislatura las asignaciones a los tres grupos parlamentarios fueran de 924.946,92 € al año y ahora con siete grupos sea de 1.180.406,04 € al año, es decir, 255.459,12 € más cada año, o sea 1.021.836,48 euros adicionales por legislatura?
Este dato que es fácilmente accesible en la web del Parlament demuestra que el hecho de tener cuatro grupos parlamentarios más, supone unos 250.000 euros más de gasto por cada grupo y por legislatura. Demuestra que lo que he denunciado es cierto y que la mentira en mayúsculas es, en todo caso, de los tres diputados de Més per Menorca.
Otra cuestión importante. Siempre, desde la primera legislatura hasta la octava, todos los representantes de la izquierda nacionalista de Menorca, se han ido incorporando junto con sus homónimos mallorquines en el grupo parlamentario de la izquierda nacionalista. Nunca se han incorporado al grupo mixto, por poner un ejemplo. Y siempre, incluso ahora, han votado lo mismo que sus colegas mallorquines. El hecho de tener dos grupos solo se explica por su interés de chupar de las arcas públicas y por satisfacer el ego personal de alguno en sus ansias de ser portavoz de algo.
De hecho, si nuestro Parlament tuviera un reglamento que siguiera el mismo criterio que el reglamento del Congreso de los Diputados, hoy el grupo Més tendría un solo grupo parlamentario. Hemos de recordar cómo Podemos nacional, al inicio de legislatura, quería hacer lo mismo que Més y dividir su grupo en cuatro para satisfacer a sus confluencias y pispar así al erario público millones de euros. El reglamento se lo impidió.
También resulta curioso que los tres diputados de Més hablen de la corrupción del PP, cuando ellos duermen en la misma cama del PSOE, el partido que tiene más casos de corrupción, más imputados, y más dinero presuntamente robado de toda España y, probablemente, de toda Europa. Ya lo dice el refrán, «dime con quien andas y te diré quien eres».
Por último, resulta desternillante que justifiquen la existencia de su grupo parlamentario por el hecho de haber introducido en la Ley de la ecotasa una enmienda para que el reparto de la recaudación de este impuesto se haga en función de los criterios de reparto de la Ley de financiación de los consells. Es curioso que ahora defiendan este criterio cuando siempre habían defendido que ese criterio perjudicaba a Menorca. En fin, ya se ve que una cosa es estar en la oposición y otra en el Govern.
Antoni Camps Casasnovas
Diputado del Grup Parlamentari Popular y portavoz de Hacienda