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He de reconocer que me gusta escuchar las intervenciones del diputado socialista Damià Borrás. Él es un poeta y siempre utiliza su fina ironía para el debate y para defender sus argumentos.

Dicho esto, también he de decir que no siempre acierta con sus ejemplos y con sus imaginativas parábolas. Es el caso de este pasado martes en el pleno del Parlament. En esta ocasión, se debatía una proposición de ley de modificación de la Ley de Régimen Especial para Balears, que básicamente solicitaba la aplicación de una tarifa plana de 30 euros para los vuelos interislas.

El hilo argumental de la intervención de Damià Borràs era la famosa canción «El puente» del grupo de música pop Los Mismos, canción en la que se recrea un puente entre las ciudades de Valencia y Palma de Mallorca.

Se ve que le sentó mal al señor Borrás que le recordara que de Valencia a Palma de Mallorca no era un vuelo interislas y que, por tanto, no se veía afectado por la propuesta de tarifa plana de 30 euros, que solo se circunscribía a los vuelos entre islas. Esta sola observación desmontó toda su argumentación, viniéndose abajo su elaborado discurso, tan nutrido de ejemplos y, como siempre, de referencias a la corrupción solo del PP.

Pero la cuestión más de fondo que nos tenemos que plantear es si el señor Borrás tiene la credibilidad suficiente para poder intervenir en un debate sobre conectividad aérea. A estos efectos solo basta evaluar su gestión durante ocho años, de 2003 a 2011, como conseller de Movilidad de los nefastos gobiernos de izquierdas en el Consell de Menorca.

Desde mi punto de vista, el balance del señor Borrás, como conseller de Movilidad, en lo referente a conectividad aérea, es cero. No consiguió nada. Incluso estuvimos a punto de perder lo poco conseguido, cuando el entonces ministro de Fomento, José Blanco, pretendía pasar de un descuento de residente del 50 por ciento a solo el 38 por ciento. El cambio de gobierno evitó tamaña injusticia.

Incluso, en lo que se refiere a tarifa plana, hemos de recordar como en una de las veces, en marzo de 2007, por poner solo un ejemplo, el único partido político que no apoyó una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados en la que se instaba al Gobierno de ZP a establecer una tarifa única de 27,50 euros para los vuelos entre islas, fue el partido socialista.

Y ante esta situación el señor Borrás se mantenía silente. No se le recuerda ninguna reunión en Madrid con algún resultado positivo. Le propusimos desde el Consell, en innumerables ocasiones, ir juntos a Madrid y plantarnos ante el Ministerio hasta conseguir alguna cosa positiva y tampoco aceptó.

A favor del señor Borrás sí que he de decir que es muy bueno cogiendo la pancarta y saliendo a la calle para reivindicar un transporte aéreo digno. También era muy bueno pasando al Consell los tickets de opíparas comidas, en las que no faltaban las esperdenyes, carpaccios de langosta y vinos de alta calidad. En esto se le ha de reconocer su pericia, pero a la hora de trabajar, a la hora de defender los intereses de Menorca, sus aciertos se cuentan por cero. Y, en fin, con todo este historial me parece histriónico que la referencia moral del PSOE en materia de conectividad aérea sea todavía Damià Borràs.