13/02/25 4:00
El pescador profesional de la Isla vive el síndrome del pescado. Se siente atrapado por el anzuelo de la Unión Europea, que no diferencia entre las especies depredadoras i las que deberían protegerse porque forman parte de la biodiversidad local. El pescador de aquí no es igual que el pecador de allá, que esquilma donde puede, o esos grandes barcos que vacían los mares.