El exministro de Asuntos Exteriores aminoró en el Ateneu la locuacidad y brillantez con la que se había expresado al mediodía en el Cercle d’Econonomia. Luis Alejandre, siempre atento, tomó buena nota. | J.P.F.
Como en política nada es como parece y todo cambia en 24 horas, quien ha conseguido aprobar los presupuestos de 2025 ha sido el presidente Adolfo Vilafranca para el Consell, mientras que el alcalde Héctor Pons se ha visto obligado a retirar las cuentas del próximo año al carecer de apoyos.
El primer edil de Maó tendrá que negociar y pactar con Ara Maó si quiere contar con presupuestos. Que no serán los que ha redactado el PSOE.
Una semana después de haber desconvocado Vilafranca el pleno que debía dar el visto bueno a los presupuestos 2025, al no tener garantizado el voto de Maite de Medrano, la siempre impredecible e imprevisible consellera de Vox, la sesión plenaria se organizó para el viernes. El PP logró esquivar el boicot de Vox -de Medrano votó en contra- con una maniobra inédita, con la que escribe un nuevo capítulo en la política menorquina. El presidente Vilafranca convocó el pleno a sabiendas de que iba a faltar un conseller del PSOE. Eduardo Robsy había viajado a Sri Lanka en estos plácidos días navideños que han dado paso al estallido de la tensión en la plaza de la Biosfera de Maó.
No estaba Robsy, pero tampoco había acudido la expresidenta Susana Mora, que alegó, a primera hora, una cuestión de salud para no acudir al pleno, pero a las 11 pudo asistir al concierto de Navidad del CEIP Sa Garriga. Vilafranca vio la oportunidad, demostró su colmillo político, evitó la prórroga de las cuentas de 2023 -aprobadas por Mora con Més y Podemos- y marcó el gol con el que aprobó los presupuestos.
De nada sirvieron las quejas del PSOE y Més que pidieron la suspensión de un pleno en el que se hallaban en minoría. Robsy escribe hoy desde Sri Lanka, se queja porque no pudo participar de forma telemática y anuncia acciones legales. Hemos entrado en un terreno desconocido con una decisión política de gran calado adoptada por Adolfo Vilafranca que le permite arrancar el 2025 con las cuentas redactadas por el PP, pero desconocemos cuáles serán las consecuencias de lo ocurrido este 20 de diciembre.
Los dos Moratinos
Miguel Angel Moratinos, que fue ministro de Asuntos Exteriores con José Luis Rodríguez Zapatero, define a Menorca como «suma de identidades». El jueves tuvo doble cita en la Isla, a la que hoy está unido por su compromiso con las «Trobades Camus»: al mediodía con el Cercle d’Economia y por la tarde, en el Ateneu, en una mesa redonda promovida por el polifacético Anton Soler. Brillante en el Cercle, donde denunció el oximoron del «islamismo pragmático», pero gris y sin pegada en el Ateneu, al manifestar sus duras posiciones antiOTAN y antiUSA, opciones estratégicas que hoy defiende.
Con Isabel Perelló
Decano de los abogados de Menorca, el tenaz e infatigable Pedro Monjo Cerdá, viajó a Madrid, donde mantuvo un cordial encuentro con Isabel Perelló Doménech, que ejerció como magistrada del Tribunal Supremo desde 2009.
La jueza Perelló (Sabadell, 1958) empezó su carrera profesional en Menorca, a los 27 años, al ser nombrada única juez de Primera Instancia para toda la Isla en julio de 1985. En septiembre pasado fue elegida presidenta del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo de España. Es la primera mujer que preside la cúpula del poder judicial de España.
La etapa menorquina de Isabel Perelló discurrió entre 1985 y 1988, cuando instruyó con eficacia el caso del asesinato de la joven francesa Veronique Bousbib.
De aquellos años en la Isla se remonta la sólida relación de amistad, cimentada en el conocimiento de la ciencia jurídica, el procedimiento judicial y el respeto mutuo, entre la hoy presidenta del Poder Judicial y el presidente de los letrados de Menorca. Naturalmente, Pedro Monjo, para quien la discreción es norma de conducta, al valer más por lo que calla que por lo que cuenta, no desvela el contenido de la conversación con la presidenta del Tribunal Supremo al apelar a «la prudencia y la amistad».
Pero Isabel Perelló no ha permanecido callada desde que al Consejo General del Poder Judicial. Reivindica la independencia judicial como «uno de los pilares básicos del Estado de derecho».
La magistrada, que mantiene su vínculo con Menorca se ve obligada a reclamar esta independencia para que la potestad jurisdiccional y la política «discurran por caminos separados», evitando injerencias o influencia externas en la labor de los jueces. La jueza contestó a Pedro Sánchez, que acusó al PP y los magistrados de «actuar en connivencia».
Estas afirmaciones del presidente del Gobierno suscitaron una gran controversia. No sólo motivaron la respuesta de la presidenta del Tribunal Supremo, sino también las críticas de diversas asociaciones judiciales, al considerar que socavan la confianza ciudadana en la imparcialidad de la Justicia.
Las preguntas de la semana
¿Cumplirá el alcalde Llorenç Ferrer el compromiso con los empresarios para la ampliación del suelo industrial en el sector B-9Ciutadella?
¿Cuándo se llevará a cabo la renovación de la junta directiva de la plataforma ‘El transport aeri ofega Menorca’?
¿Cuáles son las exigencias de Ara Maó al PSOE para aprobar los presupuestos municipales del próximo año?
¿En qué cuestiones está dispuesto a ceder Héctor Pons ante Jordi Tutzó para alcanzar un acuerdo sobre las cuentas?
¿Prosperarán las reclamaciones de Eduardo Robsy al no poder votar desde Sri Lanka en el pleno del Consell?