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El escritor Mijaíl Shishkin (Moscú, 1961) ofrece un excelente pero desolador panorama de la situación de su país natal en Mi Rusia. La guerra o la paz. El libro comienza con una síntesis histórica en la que sostiene que en lo esencial el poder ruso mantiene los mismos rasgos tiránicos desde el tiempo que fue un ulus de los kanes mongoles, que continuaron en la época imperial, la etapa comunista, hasta la actual Federación Rusa. En todos los casos, los ciudadanos han sido considerados esclavos o siervos.

Shishkin está convencido de que durante muchos siglos la población rusa ha tenido que acostumbrarse a poderes despóticos y para sobrevivir aceptan el dominio del más fuerte y premian a los dirigentes de mano de hierro. Existe también una parte de la población que se opone al poder opresivo y busca una sociedad más acorde con los valores europeos, pero la represión y la censura ejercidas por las sucesivas élites dirigentes hace casi imposible que la voz de los disconformes pueda tener algún eco.

El actual presidente Vladimir Putin es uno de los protagonistas de los análisis del libro. Al respecto, el autor advierte que «el fundamento de la política rusa de los últimos años ha sido el miedo de un viejo hombre solitario que sabe muy bien como acaban los dictadores. Sabe que una jubilación honrosa es un lujo que ya no se puede permitir (...) Por ello tiene que luchar hasta el triste final por conservar su poder cueste lo que cueste. Y también sabe que los enemigos y las guerras son la pócima vital de una dictadura. Las vidas humanas, tanto da si son ucranianas o rusas, no cuentan para él».

Asegura que, al revés de otros países donde existe una mafia que lucha contra el Gobierno, en Rusia la cosa nostra es el Estado mismo. Sus tentáculos llegan más allá de las fronteras del país y existe todo un ejército de troles destinados a desinformar a los europeos y a escribir artículos prorrusos a cambio de dinero.

Shiskin afirma que hay mucho dinero ruso destinado a desmontar Occidente. «El corrupto sistema político de Moscú- afirma- genera una metástasis que se esparce por todo el mundo y corrompe descaradamente y despiadadamente a parte de las élites».

Mi Rusia incluye pasajes en el que el autor expone sus experiencias personales y es, en resumen, una interesante lectura para conocer la situación de un país condicionado por un pasado complejo y sangriento y por la codicia de unsa élites corruptas que no quieren renunciar a ejercer un férreo control de la población.

Mi Rusia. La guerra o la paz

Mijaíl Shishkin

Traducción de Pablo Alejando Arias Pérez

Editorial Impedimenta

219 páginas