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La difusión y defensa del Patrimonio de la isla de Menorca, hoy ha marcado un nuevo hito en el establecimiento «Palacio de Isabel II» sede del Consorcio del Museo Militar de Menorca y antiguo Gobierno Militar de la isla, con la inauguración de la exposición «La documentación del telégrafo óptico entre Mallorca y Menorca, en el fondo Melís Cursach del archivo municipal de Capdepera» que desde el día 8 de marzo y hasta el día 7 de abril de este año, va a poder visitarse, de lunes a viernes (laborables) de 10,00 a 13,00 h, en la sala polivalente del Palacio de Isabel II.

La conferencia inaugural se ha celebrado en el incomparable marco del salón del trono del Palacio, que por primera vez se ha convertido en sala de conferencias, y que en este Día de la Mujer ha podido contar con la magnífica disertación de la responsable del Archivo Municipal de Capdepera, Dª María Massanet quien, a lo largo de 45 minutos, que a los asistentes se les han hecho muy escasos, ha deleitado a la audiencia con la historia de la preparación de la exposición, el motivo de su importancia y lo que se quiere contar en la misma.

Desde el Consorcio Militar de Menorca queremos agradecer al Archivo Municipal y al Ayuntamiento de Capdepera, la grata colaboración que hemos desarrollado y que es una muestra de los logros que se pueden alcanzar cuando las administraciones públicas cooperan.

También se ha de reconocer la siempre enérgica capacidad del General de Ejército Alejandre, cuya contagiosa y juvenil ilusión ha hecho posible el contacto y colaboración entre ambas instituciones y asegura que en un futuro sigamos esta misma senda.

La sala polivalente del Palacio de Isabel II, que aún no ha cumplido su primer año de existencia, ha logrado hacerse un hueco en la oferta cultural de Mahón y de Menorca, cumpliendo así uno de los objetivos del Consorcio que es la difusión de la historia y la cultura militar, en particular la relacionada con Menorca.

Fdo. Coronel Víctor Manuel Herrero Álvarez.

Presidente de la Comisión Permanente del Consorcio del Museo Militar de Menorca.


Hasta la incorporación de Menorca a España (Amiens, 1802), la frontera oriental de España era Mallorca y concretamente estaba en el castillo de Capdepera.

A partir de entonces, surgió la necesidad de comunicar la Capitanía General en Palma, con el Gobierno Militar de Menorca, encontrándose con la dificultad de transmitir (ordenes, peticiones, datos, información, etc.) a través del canal.

La distancia que separa las islas es de 23 millas, siendo el punto occidental de Menorca más próximo a Mallorca, el Cap d’Artrutx.

Inicialmente se transmitía la comunicación por vía marítima con una embarcación escampavías, lo cual tenía sus dificultades, sujeto a las condiciones del mar, con el consabido retraso en caso de notificaciones urgentes.

Empezaron a hacerse pruebas visuales para buscar la mejor opción de instalar una torre en Menorca que tuviese buena visibilidad desde Mallorca, siendo la opción elegida el cabo Bajolí, al Nor-Oeste de la isla, dado que su elevada cota - a pesar de estar más alejado de Capdepera que Artruix - le confería mejor fiabilidad.

Las pruebas iníciales fueron a base de banderas, bolas y postes, siendo elegido definitivamente el sistema de bolas. Eran unas bolas muy grandes hechas de mimbre, forradas de lona y de una tela de color negro, había varias y estaban suspendidas a cierta altura de un palo horizontal, estableciéndose un código que identificaba según su posición (a distinta altura) su significado (letras o números), luego con un código manual se descifraba la frase que correspondía a cada numeración.

Palma y Capdepera ya tenían buena comunicación con torres a lo largo de Mallorca y en Menorca también se estableció el mismo sistema de torres desde la de Bajolí, a Artruix, Monte Toro, Binibeca y La Mola. Desde donde se transmitía finalmente al Gobierno Militar.

Pocos años después de la implantación del Telégrafo Óptico, apareció la telegrafía eléctrica, instalándose un cable submarino que enlazaba Mallorca con Menorca, pero con frecuencia sufría desperfectos dificultando la transmisión, por lo que se mantuvo el sistema de bolas durante un tiempo para garantizar las comunicaciones.

Evidentemente, la frontera oriental de España fue trasladada a la Mola, desalojando la agrupación de dragones, el Castillo de Capdepera.

Fdo. José María Cardona-Natta

Voluntario Isla del Rey