Hija del exalcalde socialista de Inca Jaume Armengol, licenciada en Farmacia por la Universidad de Barcelona (1995), socia de Obra Cultural Balear, ejerce como secretaria general del PSIB-PSOE desde febrero de 2012 y este 11 de agosto cumplió 52 años.
Francina perdió su inalterable sonrisa en la noche del 28 de mayo, cuando tuvo que llamar a Marga Prohens para felicitarla. La líder del PP balear había ganado las elecciones y hoy es la presidenta de la Comunidad Autónoma.
El PSIB-PSOE, Armengol y su entorno, desalojados de todas las instituciones -excepto algunos ayuntamientos como Inca y Maó- entraron en severa depresión. No era, aquel, el resultado que esperaban. De inmediato, Francina, como es así llamada por todos, también por quienes no le han votado nunca, movió pieza para encabezar la candidatura del PSIB-PSOE al Congreso en las elecciones generales del 23 de julio.
Elegida diputada, esta semana ha accedido a la tercera magistratura del Estado, precedida únicamente en el protocolo institucional por el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, hoy en funciones, Pedro Sánchez. Por cierto, el jefe del Estado preguntó por Armengol en el transcurso de la recepción que ofreció a la sociedad civil en los jardines de Marivent en la noche del 3 de agosto. La expresidenta no acudió a la cita.
Sonrisa recuperada
Pero este viernes Don Felipe y Doña Francina mantuvieron en el Palacio de la Zarzuela su primer encuentro institucional tras haber prometido Armengol su nuevo cargo como presidenta de las Cortes españolas.
Deslumbrante, con el cartapacio de piel roja y el escudo del Congreso grabado en oro, quien perdió el 28 de mayo en Balears había recuperado, y mejorado, su sonrisa sempiterna. Había ganado en Madrid.
Quien se define a sí misma como feminista, socialista, nacionalista, federalista y republicana había sido propuesta por Pedro Sánchez para presidir la mesa del Congreso. Obligado a descartar a su amado Félix Bolaños, que aspiraba a presidir el Congreso, la expresidenta de Balears era la candidata que presenta más coincidencias con los heterogéneos, variopintos y dispares socios que necesita para salvar la investidura.
En la elección de Armengol también ha sido decisiva su buena relación con Carles Puigdemont. Pero no únicamente con el expresidente catalán que decide desde Bélgica sobre la política española en conjunto. Porque la inquera farmacéutica también mantuvo el contacto abierto con Artur Mas y Quim Torra cuando, en 2015 y 2016, el diálogo entre Barcelona y Madrid estaba interrumpido.
«Aquí necesitamos a una política, no a una jurista», replicó Sánchez cuando algunos barones del PSOE cuestionaron la designación de Francina para pilotar la endiablada mesa del Congreso. Ni Meritxell Batet, que formalizó públicamente su retirada cuando sabía que no tenía opciones para repetir, ni el muy ilusionado ministro de la Presidencia y Relaciones con las Cortes que pretendía presidirlas.
La Armengoleada
Con los 178 votos que la han aupado a la presidencia del Congreso, frente a los 139 que cosechó Cuca Gamarra, la candidata de Alberto Núñez Feijóo, escribe Nekane Domblás: «Armengol es una política que logra victorias de sus derrotas, exactamente como Pedro Sánchez, que ha perdido las elecciones, pero tiene muchas posibilidades de ser presidente con la venia de Puigdemont».
Recuerda la cronista parlamentaria que Francina fue presidenta del Govern en 2015 con los peores resultados de la historia del PSIB en unas autonómicas y el jueves fue elegida tercera autoridad del Estado tras una dolorosa derrota en las elecciones de mayo. «Hay que saber ganar, pero, si me dan a elegir, yo prefiero saber perder como Sánchez y Armengol», concluye Domblás.
En el ámbito de la política de las Islas, la súbita elevación de la secretaria general del PSIB-PSOE a un puesto relevante de la política española abre un interrogante, ahora mismo sin respuesta: ¿Podrá seguir como líder de la oposición en Balears? De entrada resultará muy complicado, tanto por la dedicación al cargo en Madrid como por su faceta institucional al moderar el debate político en el gran foro parlamentario de la Carrera de San Jerónimo.
Algo no funciona
En la política española vienen curvas en el complicado camino hacia la nueva investidura. Advierte Miquel Serra: «Lo cierto es que algo no funciona en España cuando el Gobierno está en manos de Puigdemont, la presa a abatir en 2017».
3 comentarios
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Magnifico escenario para su discurso: conoce bien los bares ella, porque mientras los demàs estabamos confinados y bajo toque de queda, ella se tomaba sus gintonics a la una de la madrugada.
Ya le cogerán la matrícula como aquí. Nos la devolverán como el Marc Pons y con lazo.
Perder en Baleares, es cierto, pero ganar n Madrid ? no se ha enterado que el Partido Popular ha ganado las elecciones, lo que piensa es que cuatro replegaos juntos hacen que no valga de nada la victoria ddl PP, no se hasta que punto la democracia es la mejor forma de gobernar, no es justa...