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La mayoría de las viviendas famosas lo son a consecuencia de las personalidades que las habitaron, por ejemplo: las de Cesar Manrique, en Lanzarote, Salvador Dalí, en Cadaqués, Joaquín Sorolla, Lope de Vega, ambas en Madrid, Federico Garcia Lorca, en Granada, Miguel de Unamuno, en Salamanca y un largo etcétera.

El pasado fin de semana el Ayuntamiento de Mahón, organizó la exposición Maó+Flors, que se viene celebrando desde hace varios años. El evento en si fue un éxito de participación y de visitantes de toda la Isla.

Uno de los lugares que visité fue la que montaron los voluntarios de Manos Unidas, en el edificio de la Rectoría de la parroquia de Santa Maria, vecino a su delegación diocesana, que está ubicada en el Carreró de Ses Monges.

Me quedé impresionado cuando visité la casa del Rector de Santa Maria, ya que se trata de un precioso edificio singular, con personalidad propia, construido el año 1792, en la señorial calle de Isabel II y vecino del palacio del Gobernador Militar. La rectoría es un edificio catalogado, consta de cinco plantas y una torre de observación del puerto. Cuando se construyó correspondía a una parroquia atendida por unos 20 curas diocesanos, la única de toda la ciudad de Mahón. Su término municipal incluía casi la totalidad de los actuales términos municipales de Mô, Es Castell y Sant Lluis. El año 1990, a consecuencia de unos graves problemas estructurales la Diócesis decide construir una Casa Sacerdotal en el carrer de Gràcia, quedando sin uso la antigua Rectoría.

En el año 1993 comienza un lento pero persistente proceso de recuperación de la Rectoría. Durante estos veinte años, la Parroquia, aportaciones de voluntarios en mano de obra, líneas de financiamiento por parte de la administración pública al alcance de particulares y organizaciones privadas para restaurar edificaciones propias, etc. Sobre todo ha sido el voluntariado el que ha hecho posible la recuperación de un porcentaje muy importante de la rectoría, a lo largo de estos años. Las aportaciones de los muebles y enseres para la decoración de la casa, ha sido a base de donaciones particulares.

Manos Unidas ha sido el principal motor para impulsar los trabajos de puesta a punto de la casa para la pertinente exposición, confeccionando cortinas, cojines, restaurando algunos muebles, puertas y objetos, completando con mobiliario propio de algunos voluntarios.

Sus voluntarios tienen previsto abrir los próximos meses de Julio y Agosto al público en general, para que se pueda visitar la primera planta de la Rectoría.

Apreciado lector, durante la visita me quedé impresionado ya que en un rellano de la escalera habían instalado el cuadro de Na Rafela, acompañado de un cartel que decía: mayordoma de la Rectoría durante años…era la que mandaba. Entre tú y yo, si la cara es el espejo del alma, como se dice popularmente, esta gobernanta debía poner firmes más de una vez a los curas de aquella época. Si las visitas además de diurnas, son nocturnas, se debería avisar al visitante noctámbulo de la presencia de Na Rafela, para no provocarle sobresaltos.