‘Drosanthemum hispidum’, una de las plantas incluidas en el nuevo catálogo editado | CIMe

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El comité español del Programa MaB (Man and Biosphere) ha establecido como una de sus prioridades que la biodiversidad tiene que ser el punto de partida común para que trabajen todas las reservas del país. Un aspecto, según reconoce David Vidal, director insular de Reserva de Biosfera en Menorca, en el que «estamos muy bien posicionados» gracias a los muchos años de trabajo que se llevan desarrollando en esa área.

Un campo de acción muy amplio y en el que no se puede bajar la guardia, razón por la que se ha decidido dar un paso adelante. El departamento de Medio Ambiente del Consell    ha elaborado el Catálogo de Plantas Exóticas de Jardinería Potencialmente Invasoras en la Reserva de la Biosfera de Menorca. Un documento que incluye un total de 130 especies de plantas, habitualmente comercializadas en la Isla, que poseen un alto potencial invasor y podrían poner en peligro la biodiversidad menorquina si se utilizan en jardinería. Además, el catálogo ofrece una lista de sinónimos para facilitar la identificación de las especies, ya que muchas plantas se conocen con distintos nombres según la región o el proveedor.

‘Aloe arborescens’, otra de las especies que puede ser potencialmente perjudicial para la biodiversidad

Aunque la comercialización de estas especies es legal, desde la Administración se recomienda «no plantarlas», dado el riesgo que representan para los ecosistemas locales. Entre las especies destacadas en el catálogo encontramos la Gazania, los aloes, la Aptenia, o la Opuntia, todas ellas con capacidad para extenderse de forma descontrolada y afectar a la flora autóctona, recalcan.

Durante los últimos años, se han realizado un gran número de actuaciones en el medio natural menorquín retirando aquellas especies consideradas invasoras, así como potenciando que no se planten en el medio urbano. Ahora, el documento en cuestión se ha creado para complementar la normativa española, ya que muchas de estas especies no están incluidas en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, pero representan un peligro potencial para Menorca. La finalidad es sensibilizar a la población y evitar el uso de estas plantas, especialmente en jardines particulares y espacios urbanos.

Menorca ya cuenta con un manual de referencia en ese campo, «Les espècies invasores a La Reserva de Biosfera i les alternatives», y según avanza Vidal, de cara a un futuro próximo el plan es complementar ese trabajo con una nueva edición en la que se incluya también el reciente capítulo de potencialmente invasoras.

Pero los planes desde Menorca Reserva de Biosfera van más allá, apunta su director insular. Otro de los objetivos es que en el primer trimestre del próximo año se realicen unos cursos de formación, dirigidos tanto a los jardineros de la Administración como a las empresas privadas, para que conozcan bien tanto las plantas invasoras como las que lo son potencialmente, «pero también para que descubran plantas alternativas a esas», reconoce Vidal.

Hay que concienciar al sector profesional, pero también al consumidor final para poder seguir avanzando en biodiversidad. «Es verdad que muchas veces la gente  compra plantas porque son bonitas, pero después nos encontramos con el problema de que son invasoras y se reproducen rápidamente», reconoce Vidal. Este explica que algunas plantas de ese tipo, cuando arraigan en un nuevo territorio, liberan una especie de toxina para autoprotegerse, pero «inhiben que las plantas autóctonas se puedan desarrollar».

Desde el sector de las floristerías,Dani Benejam, al frente de Centre de Jardineria Ciutadella, relata que la mayoría de los clientes dan por hecho que las plantas que se despachan no son invasoras, pero que cuando estas lo son potencialmente se les informa y advierte del peligro que podrían suponer.

En su caso, ve con «muy buenos ojos» iniciativas como las que están poniendo en práctica desde el Consell por la condición del territorio como Reserva de Biosfera, «razón por la que hay que tener un cuidado especial», sostiene Benejam, «hay que proteger todo lo que se pueda». Si bien apunta que no todas las plantas invasoras o potencialmente invasoras son una amenaza en la misma medida: «No es lo mismo comprar una planta para el centro de Ciutadella que para un predio, donde las semillas se reproducen más fácilmente», concluye.