La Isla se desmarca así de la tendencia generalizada del Archipiélago que expone un incremento del 5,5 por ciento en el total de infracciones penales. En 2023 se registraron de enero a junio 35.212 delitos denunciados en Balears, mientras que este año en el mismo espacio de tiempo han sido 37.150. De igual forma, en el ámbito estatal, la criminalidad ha aumentado un 3 por ciento hasta mitad de año en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Salvo los ciberdelitos, el resto de infracciones han sufrido un descenso, en algunos casos suficientemente significativo. Los informáticos han vuelto a incrementarse en un 25,8 por ciento respecto a los mismos seis meses del año pasado, tanto estafas como otros delitos englobados en el marco de la ciberdelincuencia. Han sido 450 estafas denunciadas, entre un total de 502 infracciones de esta tipología, que constituyen la práctica ilegal más extendida. Estas cifras suponen que cada día se denuncian casi tres delitos de esta naturaleza en las comisarías de la Policía Nacional y los cuarteles de la Guardia Civil de la Isla.
La otra práctica delictiva que también rompe el descenso general es la de los delitos relacionados con el tráfico de drogas, que han pasado de 16 a 22, de un año a otro en el mismo periodo.
En este aminoramiento de infracciones penales, la criminalidad convencional, aquella que se refiere a los delitos que se cometen de ordinario y son percibidos fácilmente por la sociedad, como los realizados por personas sin poder económico o político general, destaca la reducción de los que atentan contra la libertad sexual. Han bajado un 36,4 por cierto puesto que el año pasado se denunciaron 22 y este año, en el primer semestre, habían sido 14. Eso sí, las violaciones denunciadas han sido las mismas, cinco, pero el resto de delitos sexuales han pasado de 17 a nueve.
Los robos en sus diferentes modalidades, con fuerza, violencia o intimidación, tanto en domicilios como en establecimientos y otras instalaciones, se mantienen en cifras muy similares aunque sean inferiores, mientras que sí son más reseñables los hurtos y las sustracciones de vehículos.Los primeros han bajado un 23 por ciento y los segundos, casi a la mitad de los denunciados hace un año.
La reducción delictiva experimentada en Menorca en esta mitad del año puede conducir el balance anual al freno del aumento progresivo que había experimentado la delincuencia en Menorca en los últimos ocho años, puesto que desde 2017 a 2023 el aumento había sido del 47 por ciento. Habrá que esperar, en todo caso, al comportamiento de esta temporada estival y del último trimestre del presente ejercicio para comprobar si se mantienen los datos de estos seis primeros meses.
3 comentarios
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Algunos ni saben leer. Fueron al instituto en la isla incluso aprovaron pero no saben leer.
Si no canvien ses lleïs no hi ha res a fer .
Pues sí. Y mientras tanto los bancos reducen oficinas y personal haciéndonos creer que la banca electrónica es lo mejor del mundo mundial.