El vecindario, atemorizado por las continuas peleas; en la última un herido dejó el rastro de sangre sobre la acera. | Gemma Andreu

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Vecinos de la calle Sant Joan y Santa Eulària, de Maó, han denunciado el temor y las molestias con las que conviven, prácticamente a diario, por las situaciones conflictivas que se dan en una vivienda de la primera de estas calles donde coinciden personas que se muestran violentas por disputas que estarían relacionadas con el consumo de sustancias estupefacientes, entre otras causas.

El último episodio tuvo lugar el pasado viernes en dos ocasiones. La primera, avanzada la tarde, y la segunda sobre la 1.30 de la madrugada. Los gritos y los golpes se escucharon desde el exterior, también la rotura de cristales hasta que uno de los participantes salió de la casa dejando un amplio reguero de sangre, visible en la acera.

Acudieron hasta cinco vehículos de la Policía Nacional y la Nacional y tres ambulancias del 061. La presencia de los agentes en el domicilio aplacó los ánimos de las personas que estaban en la casa. La ‘Nacional’ informó ayer que la situación se solucionó con su presencia y posteriormente indicaron a los participantes en la pelea los pasos a seguir, en referencia a las posibles denuncias que pudieran interponerse.

El hombre herido dejó un rastro de sangre en la calle.

Al parecer, respecto al hombre que resultó con heridas de las que emanó abundante sangre, habría comentado que había sido él mismo quien se había golpeado de forma fortuita. En cualquier caso no se produjeron detenciones.

Los vecinos han indicado que la conflictividad del inmueble viene de lejos pero que se ha visto agravada desde el pasado mes de enero. Han puesto el caso en conocimiento de los dos cuerpos policiales «pero no nos hacen caso y en el Ayuntamiento tampoco», señalan, al tiempo que advierten que cualquier día puede ocurrir una desgracia por las situaciones violentas que se repiten en esa casa.