Los bomberos sujearon el vehículo para evitar que acabara despeñándose con dos personas en su interior.

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Una intervención del turno de bomberos del parque de Ciutadella evitó el sábado por la tarde que un vehículo de alquiler se precipitara por una ladera de Cala Morell, próxima al restaurante Enricana, en la calle Andrómeda.

Un despiste del conductor del turismo en el que viajaban dos parejas de turistas españoles de unos 50 años hizo que el coche se fuera hacia atrás mientras realizaba una maniobra y derribara el poste de madera y parte de uno de los muros que lo sujetaba. El conductor pudo activar el freno a tiempo pero el coche quedó con solo las dos ruedas delanteras sobre el asfalto, y el resto, en la ladera, con el riesgo de precipitarse hacia abajo.

Dos de sus ocupantes salieron con cuidado al exterior pero los otros dos, por temor a que el vehículo acabara despeñándose, optaron por no realizar    ningún movimiento y permanecer quietos dentro del coche hasta que llegaron los bomberos.

El vehículo quedó sujetado por un cable a uno de los camiones de extinción de incendios hasta que con la ayuda de una grúa pudieron remolcarlo y devolverlo a su posición original en medio del tremendo susto de sus cuatro ocupantes.

La intervención, por el riesgo añadido, resultó espectacular y tuvo un buen final.