El relato de Eduardo Estela en el juicio, y sus posteriores recursos, no le han permitido evitar o reducir la condena. | Redacción Ibiza

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Eduardo Estela Roget se ha quedado sin recorrido judicial español para alterar la sentencia de la Audiencia Provincial que en diciembre de 2022 le condenó a 25 años de prisión por asesinar a su mujer en el jacuzzi de plástico del que disponían en la nave utilizada a modo de residencia, en el polígono de Ciutadella.

El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de casación que había presentado su abogado tras obtener el mismo resultado en el de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Balears, en abril de 2023.

El alto tribunal rechaza los tres puntos en que se basaba el último recurso: infracción de presunción de inocencia por entender que la valoración de la prueba hecha por el jurado popular fue errónea a partir de una grabación incompleta del asesino y su mujer, que la jueza incurrió en el mismo error y que hubo infracción al principio constitucional de motivar las sentencias en relación a la individualización de la pena.

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Sostiene, por tanto, la Sala de lo Penal del Supremo que Estela Roget, de 45 años, nacido en Venezuela y con nacionalidad española, mató a su esposa la madrugada del 18 de junio de 2018 preparándole un vaso de sangría con una dosis importante de MDMA, se dirigió al cuarto de baño donde se encontraba ella y se lo ofreció pese a que sabía de los efectos nocivos que le causaba esta droga.Sobre las 3.40 la víctima comenzó a sentirse mal por la sustancia consumida sin que su esposo hiciera nada para ayudarla. A las 4.15 la mujer cayó al suelo y se golpeó la cabeza, y a continuación él la arrastró hacia el habitáculo de la nave donde estaba el jacuzzi, parcialmente con agua, y le introdujo la cabeza para acelerar su muerte por ahogamiento. La mujer murió sobre las 5 de la madrugada por intoxicación de la droga MDMA que se aceleró por la sumersión de la cabeza en el agua. El asesino no avisó a Emergencias hasta las 5.50. El acusado declaró en el juicio que se habían quedado dormidos los dos en el jacuzzi tras una noche de alcohol y sexo y que cuando él despertó ya la encontró sin vida en el recipiente.

Durante el juicio celebrado en la Audiencia varios testigos coincidieron en señalar el dominio que ejercía Estela Roget sobre su esposa, a la que había agredido brutalmente al menos en otras dos ocasiones. Tras una de ellas la mujer llegó a residir durante un tiempo en el piso de acogida para víctimas de maltrato.

En el trasfondo del crimen se situó los dos seguros de vida que tenía la mujer por valor de 300.000 euros que cubrían el ahogamiento.

Estela Roget también tiene pendiente otro juicio, acusado de matar a una novia anterior en su país, Venezuela, antes de fijar su residencia en España.

El apunte

75.000 € de indemnización y el cuerpo de la mujer, sin repatriar

La condena de la Audiencia a Eduardo Enrique Estela Roget, confirmada por el TSJB y por el TribunalSupremo,    incluye una indemnización de 75.000 euros a la madre de la víctima, Elisabeth Pimentel Montilla, que reside en Venezuela junto al resto de su familia. A principios de este año, sin embargo, la madre aún no había cobrado la indemnización que le corresponde según la sentencia, dado que el condenado, con toda seguridad, se ha declarado insolvente. De hecho, en el juicio deslizó que sus deudores se estaban aprovechando de la situación para quedarse con sus propiedades en el negocio de alquiler de barcas que antes de su detención había trasladado a una nave de Es Migjorn. Igualmente, la familia aún no había podido repatriar el cuerpo de Elizabeth, enterrado en un cementerio de Barcelona.