«Huimos de Kabul porque allí no podíamos seguir, en la calle nos disparaban y mis hijos ni siquiera podían ir a la escuela». Apenas chapurrea el inglés, pero imita un disparo con su mano para explicar a «Es Diari» cuál era su situación en la capital de Afganistan, en la que se suceden los atentados, y de la que se marcharon hace días en dirección al Reino Unido. Se trata del padre de la familia afgana detenida el sábado en el Aeropuerto de Menorca cuando iba a tomar el vuelo de Easyjet de las 17 horas, hacia Londres.
Su hijo, de 13 años asiente a las palabras del padre mientras su mujer, con la otra hija de 18 meses en brazos, dormida, interviene en la conversación. «Ayúdenos, por favor, en el Reino Unido tenemos familia pero aquí no conocemos a nadie aunque agradecemos que nos atiendan», indica la mujer, tras explicar que llevaban varios días de viaje en tren y autobús desde que salieron de su país, aunque no revela cuál fue su última parada antes de llegar a Menorca. Esa es la estampa de la familia afgana caminando ayer tarde por un tramo vecinal de Maó cerca de la residencia que les ha facilitado el Obispado, de acuerdo con las ayudas conjuntas brindadas por las instituciones y ONG de la Isla.
Los dos adultos, el padre y la madre, de 40 y 38 años, fueron técnicamente detenidos en la terminal menorquina porque portaban pasaportes falsos. Ambos, junto a sus hijos, fueron conducidos a la Comisaría de Maó para que prestaran declaración e inmediatamente después quedaron en libertad. Con el apoyo de la Creu Roja a la que dio aviso la misma Policía Nacional, fueron acompañados a un hostal próximo a la Comisaría donde permanecieron hasta ayer lunes.
En las dependencias policiales explicaron que estaban siendo perseguidos por integrantes de los talibanes, facción política-paramilitar fundamentalista islámica de Afganistán. El padre dijo que temía por su familia y que no podían salir a la calle por miedo a que los captaran para la causa ya que había sido amenazado por ellos.
Ese fue el motivo por el que decidieron vender su casa y el resto de pertenencias para salir de su país y llegar al Reino Unido donde, aseguró, tienen amistades y familia. No precisaron qué ruta habían seguido, ni la cantidad que habían tenido que pagar para obtener los pasaportes falsos, aunque se habían quedado sin nada.
Rechazaron iniciar el proceso para la petición de asilo en España que les ofreció la Policía puesto que su único deseo es llegar al Reino Unido y este trámite les obligaría a permanecer aquí.
El domingo la Policía les acompañó a que prestaran declaración en el juzgado de guardia, de Maó, asistidos por el abogado asignado, Alberto Herrán. Repitieron los motivos de su huida y el juez reiteró su puesta en libertad sin medidas cautelares, con la acusación de falsedad en documento público.