Prisión aceptada. S. Schmidt, el ladrón de coches, aceptó la condena convencido de que en los 21 meses de cárcel que debe cumplir tendrá la oportunidad de aprender un oficio, del que carecía si hubiese sido puesto en libertad | M.J.U.

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Stephane Jean M. Schmidt fue condenado el viernes a un año y nueve meses de prisión por haber hurtado cuatro vehículos en Menorca y haber cometido un robo con intimidación a la empleada del poblado de Talatí. A pesar de haber pasado 11 de sus 42 años en prisión, entre Palma, Menorca y Francia, su deseo era continuar en la cárcel de la carretera de Sant Lluís.

«No es una mala persona». Probablemente por eso aceptó la conformidad entre su abogado, Ignacio Florit, y el fiscal. La condena le obliga a continuar en la cárcel, donde a decir de su defensor, no se encuentra mal, no causa problemas, colabora con los funcionarios y está aprendiendo un oficio. «No es una mala persona, al contrario, y si salía se iba a encontrar sin trabajo y solo, por eso quería seguir. Allí está aprendiendo el oficio de cocinero y cuando salga podrá buscar un trabajo», indica Florit. S. Schmidt, francés con pasado militar, mostró un semblante tranquilo durante la vista oral. Acepta las consecuencias de su comportamiento delictivo y no está a disgusto en la prisión menorquina, criticada por otros reclusos.

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