El joven catalán de 26 años, G.G.B. que la madrugada del pasado 26 de agosto mató a su madre e hirió de gravedad a su padre evoluciona favorablemente de las heridas que se provocó tras el crimen.
Su estado ya no es crítico, aunque sigue grave y permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Mateu Orfila, de Maó, según el último parte médico proporcionado por el centro hospitalario.
El joven parricida tras los dramáticos hechos ocurridos en el chalé de Son Blanc (Ciutadella) se autolesionó con el objetivo de quitarse la vida. Se clavó el cuchillo en varias partes de su cuerpo, entre ellas la muñeca, el pecho y en el abdomen, donde tiene las heridas más graves que hacían temer seriamente por su vida.
Por su parte, el padre del parricida fue trasladado a una clínica privada de Barcelona, al detectar un empeoramiento de su estado. El progenitor del homicida ingresó en el Hospital Mateu Orfila, el mismo 26 de agosto. Posteriormente fue intervenido quirúrgicamente de las heridas que también le provocó su hijo tras haber sufrido el brote psicótico que originó la tragedia.
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