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La Policía Nacional recibió el pasado miércoles, día 1 de abril, al menos tres comunicaciones en las que se denunciaban llamadas anónimas con amenazas de bomba en distintos espacios públicos de la Isla.

Dos de ellas se produjeron en el Aeropuerto de Menorca y en el Hospital Mateu Orfila, y en ambos casos se trasladó la cumplida información a las Fuerzas de Seguridad del Estado que investiga el suceso.

La policía corroboró, según la denuncia de los afectados, que las llamadas procedían del mismo número de teléfono por lo que las sospechas sobre su falsedad fueron más sencillas de confirmar. Aun así efectivos de la Policía y de la Guardia Civil del Aeropuerto de Menorca realizaron las pertinentes comprobaciones en algunas zonas de la instalación aeroportuaria.

La del «Mateu Orfila» se produjo sobre las 11 horas y en la llamada un individuo anunció que «destruiría el hospital». La policía constató entonces que el número desde donde se realizó está llamada coincidía con las otras dos anteriores de las que ya tenía constancia en los mismos términos.

Un delito
El Código Penal, en su artículo 541, refleja que la amenaza de bomba es constitutiva de delito y puede acarrear una pena de prisión de seis meses a un año. «El que con ánimo de atentar contra la paz pública, afirme falsamente la existencia de aparatos explosivos u otros que puedan causar el mismo efecto, o de sustancias químicas, biológicas o tóxicas que puedan causar daño a la salud, será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de doce a 24 meses, atendida la alarma o alteración del orden efectivamente producida».