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RUBÉN PÉREZ ATIENZA
Cuando a principios de los 90 Beck lanzó al mercado un single titulado "MTV makes me want to smoke crack", que viene a decir algo así como "ver la MTV me da ganas de fumar crack", muchos fueron los que pensaron que aquel joven poco tenía que hacer en la industria musical, pero paradojas de la vida fue la propia cadena de televisión la que le lanzó al estrellato programando repetidamente el videoclip de la que hasta la fecha es su canción más conocida: "Loser". Ha llovido mucho desde entonces y aquel adolescente de aspecto desaliñado ha llegado a la madurez, según anuncian los críticos, con su décimo álbum, "Modern guilt", un trabajo con el que una vez más ha conseguido sorprender al personal.
Beck Hansen (Los Ángeles, 1970) es uno de esos músicos inclasificables en vías de extinción, no sólo por la diversidad de estilos que abarca su discografía, sino también porque acostumbra a repartir el material que compone entre grandes compañías y sellos independientes. Cuando consiguió vender millones de copias en el mundo entero de su disco de debut, "Melow gold", el artista logró cerrar un trato con Geffen Records en virtud del cual se le permitía sacar álbumes cuando y como le viniera en gana. Y eso es lo que lleva haciendo durante los últimos 14 años para deleite de sus seguidores, a los que no deja de sorprender con continuos giros artísticos.
Y es que a Beck lo mismo le da por componer folk, rock, pop o hip-hop. Desde pequeño, el artista se vio influenciado por su padre, un músico de "bluegrass" callejero". A los 16 años, después de haber mamado el rap en las calles de Los Ángeles, se mudó a Nueva York, donde le resultó imposible unirse a la escena punk de la Gran Manzana. Pero poco a poco, Hansen fue forjando un estilo propio que llegó a su máxima expresión con la publicación de la que posiblemente sea su obra maestra hasta la fecha...
Odelay
... Y ésta lleva por título "Odelay" (1996), una pieza que aún no ha logrado superar y cuya receta se compone de buenas dosis de indie rock, funk, blues y country... Un cóctel explosivo producido por los Dust Brothers compuesto por 13 temas, cada uno de los cuales tenía gancho suficiente para haber sido lanzado como single. Basta escuchar el primer corte, "Devil's Haircut", para descubrir que Beck había alcanzado uno de los momentos de mayor brillantez de su carrera.