La gran reforma del edificio del SOIB en Maó no resuelve las barreras arquitectónicas

Las obras de reforma que se llevan a cabo en el inmueble suponen una oportunidad, o eso creían ciudadanos con movilidad reducida, para acabar con esa discriminación que padecen, ya que incluyen la instalación de un ascensor para eliminar las barreras arquitectónicas, pero la sorpresa ha sido que este no resolverá el problema de acceso desde el exterior.

Ascensor en el primer piso

El elevador no se construye desde la planta baja, a pie de calle, como hubieran querido los usuarios del inmueble, sino en el primer piso, donde se encuentran el SOIB, el SEPE y CCOO, conectando con el piso inferior, donde hay oficinas del mismo sindicato y un salón de actos, así como con las plantas superiores, donde está el sindicato UGT y también un espacio de la patronal CAEB.

La barrera arquitectónica que suponen los escalones de entrada desde la plaza Miranda al interior del edificio se resolverá con otra plataforma mecánica salvaescaleras, como hasta ahora, pero el proyecto contempla cambiar de modelo y de materiales, ya que el actual sufre constantes averías. De hecho, es raro verlo en funcionamiento.

Las obras las ha contratado la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa), organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, y cuentan con financiación de los fondos europeos Next Generation.

El presupuesto es de 1.876.160 euros. La reforma de Maó es uno de los lotes de un proyecto más amplio, valorado en un total de 26,6 millones de euros, para la mejora de la eficiencia energética en inmuebles del Patrimonio Sindical Acumulado en distintas ciudades españolas.