El matadero de Ciutadella para los sacrificios 17 días por obras

Las fincas han tenido que aguantar el ganado sin poder derivarlo a Maó

Estos últimos años se están acometiendo importantes inversiones para mejorar el sacrificio en Ciutadella. | Josep Bagur Gomila

David MarquèsCiutadella23/02/25 4:00

Las obras de construcción de la nueva depuradora de aguas residuales y la reforma de las cuadras de bovino, presupuestadas en conjunto en casi un millón de euros, han obligado a paralizar los sacrificios en el matadero de Ciutadella durante 17 días, entre finales de enero y principios de febrero. En este intervalo, los ganaderos han tenido que mantener las reses en sus fincas sin alternativa, pues el matadero de Maó ya no asume prácticamente sacrificios fuera de los socios de la cooperativa, hasta que las instalaciones en Ciutadella han vuelto a estar aptas para retomar la actividad. El paro solo ha afectado a la línea de bovino, pero no al sacrificio de cerdos y corderos.

El Ayuntamiento de Ciutadella ha impulsado las obras de mejora con parte de la aportación de 1,7 millones que el Consell insular concedió el año pasado a ambos mataderos de Menorca. El de Maó, no obstante, hace meses ya que se limita apenas a hacer porquejades y elaborar sobrasada y otros embutidos, básicamente para sus 60 socios. «Tenemos lleno, pero vamos a nuestro ritmo», asegura Biel Seguí, presidente de la Cooperativa Virgen de Monte Toro, que ostenta la concesión del servicio hasta el año 2039.

Los gestores del matadero de Maó han reducido su plantilla de trabajadores de ocho a solo dos efectivos, mientras aguardan la llegada de las prometidas subvenciones de la administración. Entre otras ayudas, 600.000 euros para inversiones y 250.000 para gasto corriente que no se les ha podido transferir aún por la tardanza en aprobar los presupuestos del Consell y el Ayuntamiento, ambos sujetos a gobiernos en minoría. Seguí dice que las ayudas permitirán, entre otras cosas, saldar las deudas con la empresa que elimina el sandach, un encargo que se paga con un año de retraso a partir de la aportación que realiza el Consell insular.