El bovino de carne es más rentable. Los ganaderos coinciden en que cuesta menos tiempo y dinero que dedicarse a la producción de leche, que exige una actividad más sacrificada y de menor rentabilidad para las fincas.    | Josep Bagur Gomila

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La propagación de la enfermedad de la lengua azul por distintos países de Europa y la Península, especialmente por Portugal, Cataluña, Asturias y Galicia, ha disparado estos últimos meses la demanda de ganado bovino en Menorca. Según fuentes del sector, desde septiembre y hasta este mes de febrero se habrían vendido fuera de la Isla «entre 2.000 y 4.000 reses», sobre todo terneros con pocas semanas de vida, a precios más caros que de costumbre.

Ganados Jordi Bosch calcula que se pagan entre 50 y 150 euros más por ternero, aunque el incremento varía en función de la raza. Un frisón menorquín puede valer ahora en el mercado entre 60 y 120 euros, mientras que un bovino de carne de solo 15 días cuesta unos 300 euros, cuando hasta ahora se pagaban 200.

«No hay suficientes para atender toda la demanda», confirma Jordi Bosch, quien se dedica a la compraventa, transporte, engorde y sacrificio de ganado. Hasta este mismo mes, cada quince días ha embarcado regularmente decenas de reses en tráilers con destino a los puertos de Mallorca y Barcelona. «Tradicionalmente, siempre se ha sacado ganado de Menorca hacia Mallorca y la Península, pero este año se está vendiendo más de lo habitual», confirma.

La mayor demanda se concentra en los terneros de entre 15 días y seis meses, que las grandes explotaciones de fuera quieren engordar en sus propias instalaciones para llevarlos al matadero cuando ya hayan llegado al año. La crisis provocada por la lengua azul también ha disparado el precio de los sacrificios y de la carne, lo que les garantiza la rentabilidad de la operación.

La mayor parte de las exportaciones se han concentrado durante el último semestre, «ya que los partos suelen registrarse entre agosto y enero. Ahora también hay nacimientos, pero menos. Si a finales de año conseguías fácilmente 60 terneros por semana, ahora te resulta difícil reunir una veintena».

Pese a la preocupación inicial que provocó en septiembre la reaparición de la lengua azul en Menorca, no solo no se han parado las exportaciones sino que únicamente se han visto afectadas unas pocas fincas de ganado ovino. Eso ha permitido ahora beneficiarse de un contexto general que, hasta el 22 de enero, obligaba a inmovilizar ganado en España. De hecho, aún se mantiene la prohibición en otros países de Europa.

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El efecto se deja notar en zonas de España como Galicia, donde la importancia del sector ganadero es estratégica. El propio presidente de la asociación Gandeiros Galegos da Suprema, Santiago Rego, afirmaba hace unos días que «hay una escasez brutal de animales. Los pocos que hay no llegan a nada y se pelean por ellos». De ahí que, «si se atiende claramente a la ley de la oferta y la demanda, el precio sube».

Jordi Bosch asegura que el bovino de carne tiene actualmente más salida y le resulta más rentable a los ganaderos menorquines que el de leche. «A la frisona hay que criarla, ordeñarla, darle cuidados y someterla a controles. En cambio -apunta, la cárnica, ya sea ternera o de angus, no acarrea ni mucho menos tanto trabajo. Puedes tenerla suelta y pastando largo tiempo mientras te dedicas a otros menesteres en el lloc».

«Si no puedes vender la leche directamente, el margen de rentabilidad es muy escaso», corrobora Bep Llufriu, de la finca Es Tudons. Pero el encarecimiento del pienso -apunta- también ha reducido el potencial beneficio de quienes se dedican a engordar ganado para llevarlo al matadero. Un motivo más, según Llufriu, para «aprovechar la demanda y desprenderse cuanto antes» de los pequeños novillos.

«Con lo elevados que están los costes hoy en día, muchas veces no compensa engordar un bovino durante un año y medio o dos», afirma Llufriu. Eso sí, el precio para este tipo de ejemplares se mantiene al alza y se pagan unos cinco euros por cada kilo en canal que se lleva al sacrificio.

Demanda interior

La demanda interior dentro de Menorca repuntará a partir de abril, coincidiendo con el inicio de la temporada turística y la reapertura de los negocios de restauración que cada vez gustan más de ofrecer carne local a sus clientes.

Jordi Bosch agradece, en este sentido, el esfuerzo de cadenas como Diskont, Nou Mercat o Spar por ofrecer producto local, frente a la creciente competencia de las grandes superficies de distribución que traen la carne envasada de fuera de la Isla.

El matadero de Ciutadella, que actualmente concentra casi la totalidad de los sacrificios de Menorca, ha avanzado las obras previstas en las instalaciones de bovino para no alterar el incremento de la actividad que acostumbra a producirse a partir de la primavera.

Ya hay más corderos censados que vacas, pero éstas son las que tienen más demanda

A diferencia del bovino, que cuenta con una importante salida comercial fuera de la Isla, prácticamente todo el ganado ovino y porcino que se sacrifica en los mataderos de Menorca acaba vendiéndose aquí, con la excepción de cierta cantidad de lechones que se exportan a Mallorca.

Según el censo ganadero oficial de la Conselleria de Agricultura, a finales de 2023 se contabilizaban en Menorca 10.463 ejemplares de ganado bovino por 12.182 de ovino, que le ha tomado la delantera como la cabaña más numerosa de la Isla. Asimismo, hay registradas 12.287 gallinas ponedoras, 3.372 caballos, 1.957 cabras, 1.943 cerdos y 87 conejos.