Joan Fortuny, a la derecha, explica su problema a Simón Gornés. | Katerina Pu

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El paso de la DANA en agosto del pasado año dejó derruido en gran medida el puente del Camí des Horts, única vía de paso de viandantes y vehículos para acceder al barranco de Cala en Porter, cruzar ese tramo –el número 16 del Camí de Cavalls– o acceder a las fincas aledañas.

Ante tal situación, se articuló un paso provisional para personas u operarios y maquinaria que desarrollaron labores de reconstrucción en la infraestructura, dentro de una finca propiedad de Gabriel Squella.

En la misma hay otro puente, que resultó providencial para que entre agosto de 2024 y febrero de este año la gente pudiera cruzar la zona y también la maquinaria con la que se hicieron los trabajos de restitución del puente.

Sin embargo, y para sorpresa del payés de la finca, Joan Fortuny, y según él mismo desvela, desde la Administración se le ha trasladado que dicho puente, el que localiza en el interior de la propiedad de Gabriel Squella, debe desaparecer.

«Gracias a este puente, que ha usado la gente, los turistas,    se ha podido pasar por la zona durante estos meses, pero también los obreros, la escavadora con la que trabajaron, y se ha podido efectuar la obra de reconstrucción», explica Fortuny, cuyo discurso escenifica que sin dicho viaducto la recuperación del puente de Cala en Porter habría resultado inviable.

Pero por contra, lamenta Fortuny, «ahora dicen que el puente está en proyecto de ser demolido, lo que no entiendo». «Este puente aguantó el paso de la DANA, y el otro no, por lo que es una estructura en buenas condiciones», continuó, contrariado, el pagés de la finca.

«Para mí el puente es fundamental para poder hacer mi trabajo, si lo derriban, no sé por donde pasaré para hacer mis labores, no creo, sinceramente, que sea un puente que perjudique a nadie; lo único que hicimos en su momento fue reforzarlo, pues la maquinaria de ahora es más pesada, y la verdad, espero que todo se solucione favorablemente», termina Joan Fortuny.