Casas en la urbanización de Cala Sant Esteve, en Es Castell. | Gemma Andreu

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El proyecto de dotar de alcantarillado a la cala de Sant Esteve, en Es Castell, ha despertado las dudas del GOB. La organización ecologista advierte que esta infraestructura podría cambiar la fisonomía de la cala y, además, se ve «enturbiada» por una gran operación de compra de terrenos adyacentes a la urbanización.

En los últimos meses, explican, una empresa dedicada a la promoción inmobiliaria ha adquirido más de 53.000 metros cuadrados de terrenos improductivos en la zona que limita con la línea urbanizada del sur de la cala, incluyendo todo el espacio que rodea el Fort Marlborough.

A pesar de tratarse de terrenos protegidos, el GOB alerta de la coincidencia entre esta transacción y la tramitación de una infraestructura que, además de mejorar las condiciones en la recogida de aguas residuales, también levanta expectativas de construcción en las parcelas que queden libres.

El GOB ha presentado alegaciones al proyecto de saneamiento previsto en la cala de Sant Esteve. Si bien celebran que la dotación de alcantarillado reduzca el peligro de contaminaciones eventuales en la zona de baño, recuerdan que también abre la puerta a poder construir en las parcelas que ahora están paralizadas precisamente por la falta de esta infraestructura básica.

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Contra la ubicación del depósito

Uno de los puntos conflictivos del proyecto a juicio del GOB es la modificación de la ubicación de la estación que recibiría las aguas residuales de todas las casas de la urbanización para bombearlas al exterior de la cala.

Según la nueva propuesta, se situaría al final del barranco de Sant Esteve, dentro de la zona de policía de torrentes, algo que el Reglamento del Dominio Público Hidráulico no permite, a menos que se demuestre que no hay alternativas mejores y que su funcionamiento es compatible con episodios de inundación.

El GOB asegura que en el proyecto no se han visto análisis de alternativas fuera de esta zona ni medidas que muestren la compatibilidad con situaciones de riadas.

Afectación paisajística

Otro aspecto que preocupa al GOB es la potencial afectación paisajística. La cala de Sant Esteve conserva en general una imagen integrada en el paisaje, con gran parte de la orilla enjardinada de manera natural con vegetación propia de la zona.

Sin embargo, el proyecto prevé instalar estacas de madera y doble cuerda en toda la orilla como medida de protección, lo que implicaría eliminar gran parte de esta vegetación. La organización ecologista ha pedido que la intervención renuncie a transformar de manera innecesaria el espacio y se ciña a las obras de abastecimiento de agua y alcantarillado, sin alterar la fisonomía propia y diferenciada de la cala.