Imagen de archivo de las instalaciones de la central térmica de Endesa en el puerto de Maó. | Gemma Andreu

TW
3

El boom de producción renovable que ha vivido Menorca durante 2024 ha tenido un efecto directo en el sistema eléctrico insular, el descenso a cotas nunca vistas de la generación eléctrica a partir de combustibles fósiles. La central térmica del puerto de Maó ha cerrado el año con un balance de producción de 332.522,5 megavatios hora (MWh), 50.100 menos que en el año 2023, un descenso del 13 por ciento que sitúa su nivel de funcionamiento incluso por debajo del peor año de la pandemia, cuando la actividad económica se desplomó.

Los seis parques solares que han funcionado simultáneamente a lo largo del año 2024 han supuesto la generación de 77.342,8 MWh, una cifra impensable hace nada. Se ha multiplicado por cinco respecto a 2023 y por ocho en comparación con 2022 y ya representa de media el 18,87 por ciento de toda la producción eléctrica insular. Ese porcentaje fue del 3,51 por ciento hace un año y del 2,38 por ciento hace dos.

Menorca se erige en esta primera fase de la transición energética como la punta de lanza de las renovables en el archipiélago balear. En Mallorca el porcentaje de las renovables sobre el total de la producción propia ha sido en 2024 del 10,66 por ciento (un año antes del 9,53 por ciento) y en Eivissa se ha quedado en el 3,43 por ciento, prácticamente idéntico al del año anterior. Formentera queda aquí fuera de la comparación porque el nuevo enlace submarino con Eivissa, inaugurado en enero de 2023, prácticamente satisface toda la demanda, dejando la producción propia en apenas un cinco por ciento.

El papel de liderazgo que está tomando Menorca en el ámbito de las renovables ha provocado que en 2024 haya trasladado a la isla vecina parte de la producción de los parques solares. Esta realidad se intuye en los datos del año cerrado que ha hecho públicos esta semana el Institut d’Estadística de Balears. A pesar de que la demanda de electricidad ha caído en Menorca un 0,25 por ciento respecto a 2023, la producción total –entre los parques solares y la central– ha crecido un 3,3 por ciento.

El cable

La diferencia entre lo generado en Menorca y la demanda ha sido de 67.769,5 MWh. Esa es la electricidad que ha suministrado el cable submarino en el año recién terminado. La importación de energía ha descendido un 17,7 por ciento respecto a 2023, en casi 14.553,9 MWh. Hay que subrayar en este punto que el cable submarino es bidireccional y que los resultados son un balance entre lo importado y lo exportado. Se ha importado más, obviamente, pero a mucho menos que hace un año.

Eso ha hecho que crezca el nivel de autosuficiencia, entendida aquí como el porcentaje de energía que se produce en la Isla respecto de la demanda, que ha pasado del 82,8 por ciento de 2023 al 85,8 por ciento en 2024. En el año que arranca se espera que nuevos parques solares permitan aumentar la presencia de renovables y ahondar en la tendencia recién iniciada.

Las claves
  1. Menorca lidera la penetración de renovables

    En esta primera fase de la transición energética hacia el modelo renovable Menorca ha tomado ventaja sobre el resto de islas. Ya es limpia el 18,9 por ciento de su producción eléctrica. En Mallorca ese porcentaje cae hasta el 10,6 por ciento y en Eivissa se estanca en el 3,4 por ciento.

  2. Descenso del 18 % de la electricidad importada

    La aportación eléctrica del enlace submarino entre Menorca y Mallorca ha caído en el año recién terminado un 17,7 por ciento, aumentando el porcentaje de electricidad que se produce en la Isla –con los parques y la central– sobre la demanda hasta el 85,8 por ciento.

  3. Baja la demanda, pero aumenta la producción

    Menorca registra un ligero descenso en la demanda eléctrica en 2024, de apenas un 0,25 por ciento, pero curiosamente –por causa del exceso de renovables en algunos momentos– ha subido su nivel de producción un 3,3 por ciento, convirtiéndose en exportadora de energía.