¿Por qué no fue posible el acuerdo con Vox para el presupuesto?
—Nosotros pensábamos que tendríamos el voto favorable de Vox una vez normalizadas las relaciones con ellos, y lo creíamos hasta el último minuto, aunque es verdad que no teníamos el sí garantizado, pero tampoco había ninguna manifestación de cosas que no gustasen. Tuvimos la esperanza de que el sí se mantendría hasta el final, más que nada porque la alternativa era prorrogar el presupuesto de Podemos, Més y PSOE. Pero no fue así.
¿Hubo negociación?
—Nos reunimos con Maite de Medrano varias veces para explicarle el presupuesto partida por partida. Y dijimos que estábamos abiertos a incorporar peticiones.
¿Se hicieron peticiones concretas por parte de Vox?
—Se hicieron algunos comentarios, pero no llegamos a recibir ninguna petición formal por su parte.
¿Cuando aplazó el pleno de los presupuestos, ya sabía que Vox votaría que no?
—Se desconvocó por una cuestión organizativa, pero no fue por el tema del acuerdo.
¿Se aprovechó la ausencia de Robsy para convocar el nuevo pleno?
—En la comisión de portavoces se comentó que un conseller no estaría, pero no sabíamos dónde estaba, ni si podría venir. Hubiera sido muy arriesgado fiarse de que no se presentaría en el pleno, y nosotros no jugamos esta carta.
¿No hubo premeditación?
—No, porque pensábamos que tendríamos el voto favorable de Vox y este era nuestro objetivo.
Robsy le acusó de no dejarle votar de manera telemática.
—Esto es demagogia. Los políticos tienen que actuar con arreglo a la normativa y en este caso hay un informe de la Secretaría que dice que lo que pedía Robsy no se podía hacer, y yo resolví en base al informe de la funcionaria. Lo contrario sería prevaricar.
¿Descartan seguir intentando pactos con Vox?
—No, todo lo contrario. La relación con Vox ha sido buena y fluida, y esperamos que más allá del voto de De Medrano en el presupuesto, que pudo estar condicionado por cosas que pasaban fuera de Menorca, podamos llegar a un entendimiento para que la Isla avance. La relación personal es buena, y no hay ningún impedimento para llegar a pactos en temas concretos.
¿Y con la izquierda se pueden alcanzar acuerdos?
— Lo que hemos visto hasta ahora es que la izquierda hace propuestas más destructivas que constructivas. No les interesa llegar a acuerdos y solo quieren bloquear las cosas. Por ello, el único camino que vemos posible es el de Vox.
Ustedes dijeron que apostaban por un gobierno de perfil técnico, pero parece que los nombramientos de Juana Mari Pons como directora insular de Promoción Turística y Fondos Europeos y de Joan Benejam como director insular de Servicios Generales responden a un perfil más político.
—No estoy de acuerdo, porque Joan Benejam es economista y tiene un perfil técnico idóneo y, además, tiene experiencia de gestión en el Ayuntamiento. Por su parte, Juana Mari Pons también tiene una experiencia importante, y puede reforzar una área como la de los fondos europeos, donde la relación con las administraciones es importante.
4 comentarios
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Claaaar que si Dolfo, calçons pes garrons i ja veurem no? Sa gent no et va votar per açò, i menys per seguir engreixant a una que no va ni a fitxar cada dia! Dolfo espavila!
Pues menuda vista que tienes Vilafranca, ni los suyos la quieren para nada y se avergüenzan de ella. Si pudieran darla de baja de Consellera como se puede expulsar a un a afiliada la habrían despachado en noviembre de 2023.
Pagarle un buen sueldo y listo es lo único que os puede ayudar. Si los rojos fueran listos ya, estarías fuera vilafranca
La de verde va a seguir toda la legislatura jugando a la pvta y la ramoneta con tal que el PP la invite a desayunar y comer en los breaks de cada pleno, que desde que la defenestraron debe estar de arroz blanco hasta el moño. Porque a esa tipa, fuera de los plenos, “Por la Plaza de la Biosfera, Ni está ni se le espera No esperes ninguna enmienda Pero págale la merienda” Recordemos que Maradona metió un gol con la mano y subió al marcador, y le llamaron “la mano de Dios”. Dolfo ha metido el gol que es lo que se suponía que debía hacer, y ha subido al marcador, pues de facto tenía una situación de bloqueo permanente por el bloque de izquierda y a la imprevisible psicópata de cada vez que cambia de opinión sin motivo aparente y sin aviso previo. Ahora pagarle la nutrición en plenos a ese péndulo pretendidamente noble pasa a ser secundario, y si adelgaza, con esas túnicas verdes va a dar lo mismo. Difícil que se la mire alguien con túnica o con leggins, pakistaníes británicos incluidos. De hecho, ahora que es innecesaria va a ser como una gota de Fairy en medio de una sartén. Dos años y cuatro meses le quedan a ese esperpento electo. En breve todo es bajada. Presupuestos ‘25, prórroga ‘26, y ya campaña y adéu.