Práctica de ejercicios durante una de las sesiones.

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El ejercicio físico cobra importancia como una manera de prevenir las caídas. «Si estamos acostumbrados a una cierta actividad y tenemos musculatura, eso ayuda a estar en forma y a no caer», explica la enfermera Francina Salord. Junto a la fisioterapeuta Maria Pons Bagur ha impartido un taller para prevenir estas caídas fortuitas en personas mayores. Cumplir años no significa que se deba dejar de hacer cosas, «es recomendable que salgan y hagan ejercicio, a relacionarse, tener vida social y actividades culturales, todo eso ayuda a un envejecimiento saludable y de paso a no caer», afirman las profesionales. Y sobre todo, insisten, «empoderarse» y que no tengan miedo. «Que cojan las riendas de su vida y que sepan que si se mueven, es más fácil que no se vuelvan a caer que si se quedan en casa encerrados», apunta Maria Pons, «cada día hay que hacer la tabla de ejercicios» que se les proporcionó en el taller experimental organizado en el centro de salud Canal Salat.

Pero no solo hay que caminar. «Una caminadeta está muy bien pero no basta», subraya la fisio, «tienen que mantenerse fuertes, hacer ejercicio para tener equilibrio. Con resistencias elásticas en el taller les hemos explicado que deben coger fuerza, si no trabajas la fuerza se va perdiendo músculo y es más fácil caerse y romperse un hueso». El ejercicio físico, concluyen, es la mejor manera de prevenir el deterioro de la estabilidad y de la coordinación, y por tanto, de prevenir las caídas que provocan traumatismos y agravan otras patologías.