En plena emergencia habitacional, cuando la oferta de pisos escasea, la demanda está desbocada y la promoción de viviendas sociales avanza con exasperante lentitud, grandes suelos edificables con cientos de potenciales pisos no terminan de ver la luz. Solares como los de Santiago y el de la antigua fábrica de Catisa, en Maó, o el de la zona de Repòs del Rei, en Es Castell, se han convertido en eternos aparcamientos provisionales a la espera de la inversión privada. ¿Qué está frenando su desarrollo?
Desde el sector inmobiliario apuntan a un doble factor con múltiples derivadas. Por la parte de los promotores, la consabida lentitud burocrática, y por la de los compradores, las dificultades de financiación. La incertidumbre económica es el problema transversal que afecta a las dos partes, imprescindibles ambas para que la oferta y la demanda fructifiquen en la construcción de nuevas viviendas en una isla que en los últimos siete años ha visto crecer en 10.500 personas su población mientras la construcción de bloques de pisos se ha estancado.
«Hay mucha lentitud en algunos ayuntamientos como Maó y Ciutadella y dudas interpretativas sobre lo que se puede hacer. Todo inversor necesita una mínima garantía. No puede ser que para conseguir una licencia se tarde 14, 18 o incluso 20 meses, que solo para reunirse con un ayuntamiento haya que esperar meses», lamenta José Pons, CEO de Bonnin Sanso, quien advierte de que el paso del tiempo encarece enormemente los proyectos.
Rigidez normativa
La lentitud burocrática se suma en algunos casos a la rigidez normativa. En ese sentido, el arquitecto Nando Pons señala al problema de las densidades (el número de viviendas máximas y metros cuadrados mínimos que se permiten en determinadas zonas) como el gran freno al desarrollo de solares como los de detrás del cuartel de Santiago, en Maó, donde no se permiten hacer pisos pequeños que se adapten a las necesidades de un nuevo perfil de demandante y hagan más viable la inversión. Considera que el Plan Territorial Insular debería ser la herramienta para facilitar por una vía rápida la construcción de más vivienda liberandose del corsé de los planeamientos municipales.
Mientras las promotoras se atascan en la maraña burocrática, tienen dificultades para garantizarse un mínimo de compradores en esas zonas urbanas con un perfil más humilde. Otro problema añadido es que los inversores necesitan cerrar acuerdos sobre plano antes de lanzarse a la construcción, pero «quién va a adelantar miles de euros sin saber cuál será su situación laboral dentro de unos años, sin saber si logrará financiación bancaria», se pregunta José Pons, quien añade otro problema, el de la construcción por fases. Los potenciales compradores de las primeras promociones en estos grandes solares se verán abocados a vivir años rodeados de obras y eso es un freno para lanzarse a una compra adelantada.
Okupación
Otro factor de incertidumbre al que apuntan desde el sector es el problema de los impagos y la okupación. La falta de una normativa que proteja a los propietarios, explica José Pons, no solo frena la salida de pisos vacíos al mercado, también los movimientos inversores para adquirir viviendas y ponerlas en le mercado del alquiler y en consecuencia las garantías de venta por parte de los promotores. Teniendo en cuenta que el mercado se está reactivando solo gracias al aumento de precios en la venta y el alquiler, Nando Pons tiene claro que la única salida para conseguir vivienda asequible es una iniciativa pública más decidida: «tendrían que construirse cien pisos sociales al año».
8 comentarios
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Pues no se construyen porque nadie los compra. Así de facil. Construir un piso hoy en día, con todos los gastos, se va a 3000€ m2. Y el promotor quiere beneficios, evidentemente. Por lo que hay que venderlo por lo menos a 3500€/m2. Lo que hace que un piso de 80m2 tenga que salir a la venta, como mínimo, a 2800000€. Añadele el IVA o el impuesto de transmisiones (entre un 8 y un 21%) y nos encontramos en que un piso de 80m2 sale por 310-340.000€ ¿Quien lo va a comprar? Nadie En cambio si haces viviendas de lujo las compran los ricos. Por eso no se hacen viviendas "baratas"
La burocracia por un lado, cuestiones económicas por otro. Todo juntito hace la vida más dura a la gente.
Las regulaciones
Solo hay un motivo dificilmente eludible y es el coste de los materiales, los solares estan, todo lo demás, es simplemente decisión y eficiencia por parte de los políticos de turno (que ya tiene cojo.. que se la tengamos que exigir) Con tanta historia de "lloguer segur" Ya podrian avalar de cierta manera estas contrucciones. De dinero la clase politica lo maneja a mansalva, pero claro, según "pa qué"
Lo que es patético es que este problema se ha dejado que pasara por todos los políticos de los últimos 50 años y nos han machacado por todos los medios diciéndonos que España va bien. Como un mantra o un rosario si lo prefieren cuando la verdad es que los españoles a cada década perdemos más poder adquisitivo y no hablo de un caso concreto que seguro que le ha ido super bien todo, hablo de la gran mayoría de gente humilde y trabajadora que ya no llegan a final de mes.
Es una media y lógicamente no es para todos, pero se necesita el 10% de un salario normal durante 12 años solamente para reunir el dinero de la entrada de un piso de 60m2 y son cifras muy poco fiables porque el mercado no deja de subir los precios y los sueldos cada año son más pequeños. Se habran fijado que la pobreza va en aumento.
Que no les permiten hacer pisos pequeños que se ajuste al nuevo perfil. Qué perfil? El de familias hacinadas en pisos de 60 metros cuadrados? Luego que si la gente no tiene hijos. Dónde los van a meter? Menuda panda de sinvergüenzas, dice que si no, no son rentables. Con los precios de mercado no va a ser rentable construir pisos de 100 m y 3 habitaciones? Menudo despropósito.
“ ¿Qué está frenando su desarrollo?“. Pues probablemente las expectativas de obtener un mayor beneficio demorando la decisión, o bien la carestía de la construcción y la lentitud y las trabas burocráticas o ambas cosas a la vez.