El presupuesto más difícil para Héctor Pons: con guiños a Ara Maó pero sin acuerdo para aprobarlos

La incertidumbre sobre las cuentas públicas de Maó se mantiene, pese a los guiños que ha introducido el PSOE en su proyecto de presupuestos, como la firma del convenio VioGén y la prioridad en las inversiones para los proyectos en materia de agua, dos de las reivindicaciones de la agrupación Ara Maó. Tutzó reconoció ese «giro» socialista pero lo ve todavía insuficiente.

Por su parte, Pons mostró este viernes su voluntad de dialogar y su confianza en que las cuentas saldrán adelante. Considera el alcalde que no hay motivos para que la oposición rechace una propuesta que  incorpora «proyectos compartidos por toda la Corporación».

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Sin embargo, Tutzó opina que «son proyectos que ruedan desde hace años por el Ayuntamiento y que esperaban financiación». También tira de hemeroteca para recordar que ya en 2017 se presentaron –con Conxa Juanola como alcaldesa–, los proyectos de redes de saneamiento para los núcleos residenciales y aún siguen pendientes; o que en 2022 se lograron 6,5 millones del Govern para el colector separativo de pluviales y aguas residuales que nunca se ejecutó.

Las posturas entre ambos grupos siguen distantes, «para consensuar has de dejar que el otro aporte», le recuerda Tutzó a Pons.

Presión fiscal congelada

El nuevo récord de 48,7 millones de euros se consigue sin aumentar impuestos, la presión fiscal se congela e incluso desciende en tasas e impuestos indirectos. La gran mayoría de los ingresos proviene de las transferencias de otras administraciones como el Govern. En la previsión de ingresos, uno de los mayores descensos se da en la recaudación por multas de tráfico, que baja de 1.500.000 euros en 2024 a 700.000 el año que viene.