La Conselleria está llevando a cabo un estudio porque, tal y como reconoció, se trata de una zona especialmente sensible. «Debemos tener muy en cuenta las repercusiones medioambientales de esta medida», dijó.
Lafuente realizó estas declaraciones durante su comparecencia, que había sido solicitada por el grupo parlamentario socialista, y especificó que el planteamiento a largo plazo del Govern para poner solución a los problemas que, de forma recurrente, afectan a la zona húmeda del Prat de Son Bou se puso sobre la mesa antes de iniciarse la pasada temporada turística.
«Agua estancada y animales»
Además, puntualizó que las analíticas confirman que la contaminación por vertidos fecales del agua del Prat no procede de las desaladoras y ha apuntado al «agua estancada y animales».
Por otro lado, la DANA del pasado 15 de agosto provocó el desbordamiento del humedal y Lafuente señaló que el Govern actuó con «diligencia ante la emergencia». «La respuesta fue que esa misma noche, cuando se activaron los equipos de emergencia para evaluar los daños y se coordinaron las primeras actuaciones», incidió.
Lafuente subrayó que el 24 agosto se cerró la desembocadura del Prat de nuevo utilizando maquinaria específica, lo que «permitió estabilizar la situación mientras se evaluaba las acciones necesarias».
En este sentido, recalcó que se llevaron a cabo labores de retirada de todos los materiales arrastrados por el torrente hasta que el 28 agosto se logró reabrir la playa. Sin embargo, recordó que el 31 de agosto la desembocadura volvió a abrirse debido a la presión acumulada en el humedal, causando de nuevo vertidos hacia la playa. En este caso, se cerró de manera preventiva la zona más próxima al Prat y el resto de áreas de la playa estaban abiertas al baño.
El conseller aseguró que el Govern estuvo en contacto «constante» con los empresarios de la urbanización y con el Ayuntamiento de Alaior.
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