Las rampas han quedado fuera de servicio por obras durante los próximos cinco meses.

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Ports de les Illes Balears pondrá a disposición los varaderos de Serpentona y Fornells, para que los usuarios de embarcaciones del puerto de Ciutadella puedan echar sus barcas al mar, durante los cinco meses que se prolonguen las obras de rehabilitación del puente de Sa Colàrsega. Así lo ha expuesto el conseller del Mar y del Ciclo del Agua, José Manuel Lafuente, durante la sesión plenaria del Parlament de esta mañana, en respuesta a una pregunta de la diputada de Més per Menorca, Joana Gomila.
Gomila se interesó por las alternativas de que dispondrán los usuarios de pequeñas embarcaciones, que aprovechan «precisamente el momento cuando hay poca actividad turística y la gente aprovecha para salir a pasear con sus barcas, pescar o pasar el día en el mar». De ahí que exista «preocupación» ante la falta de varaderos alternativos en Ciutadella.
Lafuente ha señalado que las obras de rehabilitación del puente del puerto antiguo se harán lo más rápidamente posible, que su plazo de ejecución es de cinco meses y que efectivamente impedirá utilizar las rampas de Es Pla. Asimismo, ha recordado que hay otras instalaciones que pueden utilizarse, como «el varadero de Serpentona y los de Fornells, los pondremos a su disposición», ha asegurado, a la vez que ha indicado que «en caso de emergencia» también podrán utilizarse las instalaciones del Club Nàutic Ciutadella y de la empresa concesionaria del astillero.

Dificultad de traslado

Gomila ha puntualizado que estas alternativas no son muy factibles, por la dificultad de traslado hasta Cala Galdana o Fornells, ya que además «tiene sus trámites» y el aparcamiento en Serpentona, por ejemplo, «es difícil, para las embarcaciones y los remolques». Y también es poco factible utilizar las rampas del Lago de Cala en Bosc (en concesión) o de Cala Morell (privada), y no son practicables las de Cala Rialla y Cala en Forcat.
En este punto, el conseller autonómico ha asegurado que «buscaremos opciones para ver qué soluciones se le da a esta gente», aunque en su opinión, «hay que poner en valor» las obras que se llevarán a cabo, aunque conlleve algunas molestias. Así, ha recordado que se trata de una inversión de «más de 700.000 euros», para una intervención cuyo inicio «está pendiente del desvio de unos cables de Endesa». Una vez se resuelva esto, empezarán los trabajos por parte de una «empresa especializada», con el propósito de culminar la actuación antes de la próxima temporada turística.