Desde hace años la eléctrica viene anunciando proyectos para utilizar combustibles menos contaminantes como el gas natural y el hidrógeno verde en la central, medidas transitorias que cada año que pasa van perdiendo sentido para la estrategia nacional y el objetivo anunciado por la propia empresa de llegar a las cero emisiones en la producción eléctrica para 2040. Nada se sabe del curso que han seguido esas declaraciones de intenciones, ni siquiera si ese compromiso de transformación para la térmica continúa en pie. La empresa da la callada por respuesta y sus casi 50 empleados siguen en vilo por su futuro.
La primera de las propuestas que Endesa puso sobre la mesa para reducir las emisiones de la central de Maó, el paso al gas natural, se hizo pública en 2019. El proyecto suponía una inversión de 26,7 millones (más tarde se recalculó en 40) para que algunos grupos de generación de la térmica se alimentaran de este hidrocarburo por medio de una cadena logística marítima: que el gas llegara licuado y volviera a su estado gaseoso en una planta de regasificación en el Cós Nou. Reclamada por partidos y administraciones desde hace años, la iniciativa llegaba ya entonces muy justa de tiempo. Ahora, a las puertas de 2025, se antoja directamente desfasada, habida cuenta que solo permite reducir un 25 por ciento la emisión de CO2.
La directiva europea de reducciones de emisiones industriales que había sido aprobada en 2010 daba un plazo de diez años para bajar las emisiones de óxidos de nitrógeno. Parecía una buena oportunidad para transformar la central de Maó y no limitare cumplir por la mínima las poco ambiciosas exigencias normativas. Finalmente se optó, de prisa y corriendo, por el aprobado raspado, con un proyecto de 18,5 millones de euros de dinero público que se empezó a redactar en 2017: la refrigeración de solo tres de los ocho grupos de la central con agua depurada. Para el 1 de enero de 2020 logró estar en marcha, aunque durante meses se tuvo que trasladar el agua con camiones cisterna a la espera de las obras de canalización desde Es Castell.
Intenciones
En 2021, Endesa anunciaba otro proyecto de transformación de la central, este para que parte de sus grupos pasasen a funcionar con hidrógeno verde producido en Mallorca y transportado con barcos hasta el puerto de Maó, 42 millones de inversión inicial para otra solución parcial –se seguiría utilizando gasoil– que cada año que pasa va perdiendo consistencia. Ya en su momento los expertos la veían muy ineficiente. Cuatro años después, visto el despliegue presente y futuro de las energías renovables y de las interconexiones submarinas, empieza a sonar un tanto rocambolesca.
Ambos planteamientos son intentos de la compañía por retener la máxima cuota de mercado en la generación insular contando con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica. Pero este apoyo estatal puede que no llegue nunca. Hay que tener en cuenta que la futura construcción del segundo enlace submarino entre Mallorca y la Península, que está dentro de la planificación de la red de transporte 2021-2026, está llamado a cambiar las reglas del juego. La idea es que las retribuciones adicionales a las inversiones y a la generación para los territorios extrapeninsulares, ese trato diferencial que se le da a los productores de electricidad del Archipiélago por las peculiaridades de un sistema aislado, desaparezcan cuando se pueda dar por integrado el sistema balear en el conjunto de la Península.
La transformación de la central de Maó va perdiendo interés para el Gobierno, que se pensará muy mucho autorizar grandes inversiones de larga amortización en una térmica cada vez menos importante. Quizá ya no sea necesaria esa transformación, visto que se dibuja un horizonte con gran presencia de parques solares, el segundo enlace con Mallorca, los proyectos de almacenamiento de energía e incluso la llegada de la eólica marina. A día de hoy, el escenario más factible a medio plazo es que el Gobierno termine ofreciendo una compensación a Endesa, pero no para transformar la central, sino para que mantenga algún grupo de generación preparado por si algo falla, convirtiéndose en una mera infraestructura de emergencia.
El apunte
Las tibias medidas para reducir las emisiones tomadas hasta ahora
10 comentarios
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Y el proyecto para pasar la central de diesel a GAs natural? que esperan estos señores de Endesa (enel) que lo pague el estado?
El cierre de la central es el suño humedo de mucha gente, pero seamos realistas, no podemos depender de un cable submarino ni de unas placas solares que solo generan energia en dias soleados.Lo que tiene que hacer el gobierno es dejar de financiar con dinero publico a una empresa pubica Italiana (enel).Lejos quedaran esos años de gloria donde endesa era una empresa publica española, donde no hace muchos nuetros politicuchos vendieron una empresa española que daba riqueza a este pais y la malvendieron al gobierno italiano.
Quina credibilitat té sa persona que escriu aquest article quan no sap ni siquiera quantes màquines funcionen amb injecció d'aigu per baixar ses emisions de NOx. De moment es segon enllaç no està ni projectat per part de RRE, dubt q el veguem antes de 2030. S'única realitat a mitg plaç són ses bateries de Mercadal, que permetran dur s'actual enllaç amb Mallorca a doble de carga. Lo demés de moment es fum.
Ya tenemos la excusa perfecta para destrozar el litoral Menorquín con monstruosos molinos franceses.
Avam si aquesta central deixa de contaminar s’aire que respiram, absorbir recursos públics i els seus responsables de posar excuses de mal pagadot
Cronica de un cierre anunciado.....
Aquesta central, mal ubicada, envïa un munt de porqueria a s’aire que tots respiram, i ENDESA s’ha acostumat a viure de subvencions públiques que pagam entre tots
Ladrón de GuevaraDiselo a los chinos que queman el 90 % del carbon que se quema en el mundo actualmente Nosotros no contamos nada a nivel de contaminación y nos hacen la vida imposible
No creo que esta central pueda cerrarse nunca. Siempre hará falta una central “de fondo”. Mucho mas si está situada en el extremo distal de la red.
La única solución para estabilizar el planeta es eliminar la dependencia a los combustibles fósiles lo antes posible. Lo contrario es la extinción como especie.