La DANA deja imágenes e hIstorias que ponen los pelos de punta. | Efe

TW
2

La DANA que ha asolado la Comunitat Valenciana está dejando un reguero de historias personales que ponen los pelos de punta. Resulta difícil hacerse una idea de la tensión que han tenido que pasar los familiares y amigos del menorquín Miquel Taltavull, residente desde hace medio año en el pueblo valenciano de Montserrat, en los casi dos días que se han pasado sin tener noticias de este joven de 30 años, que estuvo incomunicado en su casa «solo, sin agua y sin luz» mientras en la calle se desataba «el caos», explica en conversación con este diario tras una experiencia que no va a olvidar.

«Comenzó a llover y entraba agua por el tejado, por las lámparas de techo, por las escaleras... Fuera los coches se amontonaban, se cortaron las carreteras y perdimos toda cobertura», explica ya desde el centro logístico de la empresa Mascaró Morera en el polígono de Riba-roja de Túria, donde trabaja como jefe de Tráfico.

Por suerte había hecho acopio de víveres y, explica, el pueblo entero, que por suerte no ha tenido que lamentar víctimas mortales, se volcó en una corriente de solidaridad vecinal. En cuanto abrieron las carreteras, se desplazó al pueblo más cercano con cobertura para tranquilizar a sus familiares, amigos y compañeros de trabajo.