Esta es una tendencia constatada en general en España pero que el Ayuntamiento de Maó hace meses comprobó con un estudio propio en la Residencia Geriátrica Asistida que gestiona, donde los usuarios de media son nonagenarios, cuando años atrás «ingresaban antes, algunos con 70 o 75, ahora se vive más y se alarga al máximo el poder estar en casa», explica el teniente de alcaldía de Atención a las Personas, Enric Mas.
Si bien es cierto que la lista de espera para entrar en una residencia es larga –en torno a 400 personas según los últimos datos disponibles–, y eso obliga a ancianos a seguir en sus casas mientras aguardan plaza, no es menos destacable que los recursos públicos para permanecer atendido en el domicilio propio han aumentado.
SAD y menús
En el caso de Maó, actualmente hay 130 personas que se benefician del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), 70 a través del sistema de dependencia que financia el Govern y 60 a través del sistema municipal; para ambos es necesario tener un grado de dependencia reconocido. El SAD ofrece asistencia para cubrir necesidades básicas como higiene, supervisión de la toma de medicamentos y pequeñas labores domésticas a personas con necesidades por pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual.
El año pasado se atendió en Maó a 218 personas, un total de 28.430 horas de prestación en 2023, según datos ofrecidos por el Consistorio. «La tendencia es que siga subiendo, cada vez hay más gente con la prestación por dependencia reconocida», señala Mas.
En cuanto al servicio de comida a domicilio, el Ayuntamiento de Maó atendió en 2023 a 119 personas, lo que equivale a 32.445 menús servidos ese año. A día de hoy hay 105 personas que reciben este tipo de asistencia, que les asegura una nutrición adecuada a aquellas personas que tienen dificultades para prepararse sus comidas diarias o mantener una buena alimentación.
Otro servicio muy solicitado y que va en aumento es la teleasistencia, que permite una actuación inmediata ante eventualidades como una caída y cuya principal herramienta es el dispositivo con un botón que activa rápidamente la atención de emergencia. El servicio lo presta el Consell insular a los mayores de 65 años pero se solicita en los ayuntamientos. En Maó el año pasado se beneficiaron de la teleasistencia 729 personas.
En relación a la atención a las personas que viven solas, fue a raíz de la pandemia cuando una Orden ministerial obligó a contactar a todos los mayores de 65 años para conocer sus circunstancias, en plena emergencia sanitaria. «Lo hicimos y pensamos que debíamos centrarnos en los que están solos», afirma el concejal de Atención a las Personas, «para evitar encontrarnos luego de golpe con un problema, y entonces realizamos un análisis del padrón municipal».
Primero se revisó el colectivo de mayores de 80 años y después, el grupo de 74 a 82 que ha sido objeto del último estudio, «se les contactó y nos interesamos por su salud, los que aceptaron hacer la encuesta se interesaron sobre todo por los recursos existentes, como la teleasistencia y la comida a domicilio», señala Mas. También fue la crisis de la covid-19 la que impulsó otras acciones para velar por la salud de los mayores: en 2022 se puso en marcha en Maó el Telèfon de Gent Gran (971 051122), línea creada para que los mayores de 70 años reciban información u orientación sobre los servicios sociales municipales de atención, actividades lúdicas, y resolver problemas específicos derivados de situaciones de aislamiento.
El apunte
En Maó hay 541 mayores de 80 años que viven solos
3 comentarios
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En algún momento más pronto que tarde, la sociedad deberá plantearse muy en serio el asunto de una eutanasia digna e indolora. Cuando todos sabemos que sí o sí tenemos que morir de todos modos, no tiene ningún sentido que la medicina y todo el sistema sanitario de un país se empeñe en prolongar a toda costa la vida de personas muy ancianas con graves problemas de salud físicos y/o mentales, cuya calidad de vida es CERO, necesitando por esa causa destinar infinitos recursos públicos y privados tanto materiales como humanos y todo ello sin ninguna finalidad plausible. La medicina, la investigación y los sistemas sanitarios no deberían enfocarse en intentar conseguir que las personas vivamos cuantos más años mejor, sino en que los años que vivamos lo hagamos en las mejores condiciones de buena salud y dignidad. Mantener a personas con más de 90 años sentados todo el día en una silla de ruedas babeando, o en la cama como vegetales que ni sienten ni padecen y que solo causan un gran dolor a sus familiares es una completa indignidad y un sinsentido. En el mundo hay actualmente unos 7 mil millones de seres humanos y en constante aumento progresivo. Aquí sobramos la mitad como mínimo, hay que ir soltando lastre.
Yo creo que lo que falta son más geriátricos y más personal, porque hay mucha gente que estaría disponible si no se tardarán dos, tres para que los llameis,....años para que los llamen para entrar, igual pasa con el catering para llevarles las comidas a casa, listas de espera para que les llamen. Pensad que todos llegaremos si Dios quiere a esa edad y de seguro no estaremos para los labores de casa. Ahí lo dejo. 🙄
¡ Es de vergüenza, no hay plazas disponibles !