El nuevo Observatorio de Precios de la Conselleria de Agricultura pretende ser una herramienta para saber la diferencia entre el precio recibido por el productor y el precio final pagado por el consumidor. | Gemma Andreu

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Los intermediarios se quedan con hasta el 75 por ciento del precio de la fruta y las hortalizas producidas en Menorca, dejando, en algunos casos, únicamente el 25 por ciento del precio final para los productores locales. Esta es una de las principales conclusiones que arrojan los primeros datos del Observatorio de Precios, una nueva herramienta estadística que ha puesto en marcha la Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural, que permite conocer qué porcentaje del precio de mercado del producto llega al sector primario de las Illes Balears.

La iniciativa responde a una demanda largamente reivindicada desde el sector, que a partir de ahora permitirá hacer un seguimiento sistematizado de la diferencia entre el precio recibido por el productor y el precio pagado por el consumidor. «Debemos ser conscientes de la repercusión que tienen nuestras decisiones en el sector primario y tener en consideración que en las cadenas cortas de comercialización, como la venta directa o las cooperativas, el diferencial siempre será más favorable para el payés», remarca Joan Llabrés, director general de Calidad Agroalimentaria y Producto Local.

Durante los tres primeros meses de funcionamiento del Observatorio (junio, julio y agosto), se han recogido 3.614 precios (643 en Menorca) y se han visitado 343 establecimientos (71 en Menorca), para recopilar información relativa a los productos frescos originarios de las Balears, aunque se trabaja con el objetivo de ir ampliando los productos analizados para incluir, por ejemplo, la leche y los productos ecológicos.

La mayor diferencia, en el limón

Según los datos del mes de agosto, el limón ha sido el producto con un diferencial más perjudicial para el agricultor, que ha recibido 33 céntimos por kilo, mientras que el consumidor menorquín lo ha comprado a 2,44 euros por kilo, el precio más caro de toda la comunidad autónoma. En este caso, hasta el 86,5 por ciento del precio del producto se lo han quedado los intermediarios y al productor únicamente le ha llegado el 13,5 por ciento restante.

Otro producto con el que los intermediarios se llevan la mayor parte es el pimiento rojo, del cual el productor de la Isla solo obtuvo en agosto el 22,3 por ciento del precio de venta final. Con la col rizada sucede prácticamente lo mismo, puesto que el productor únicamente recibió el 23,5 por ciento de los 2,85 euros por kilo que se pagó en  las tiendas. Otro caso similar es el de la sandía, con la cual los agricultores de la Isla solo ganaron el 25 por ciento del precio final.

Sin embargo, entre las frutas y hortalizas también hay algunas excepciones que permiten a los productores ingresar más del cincuenta por ciento del precio. Es el caso de la lechuga romana, con la cual se quedaron el 76 por ciento de los 1,47 euros por unidad que pagó el consumidor en agosto. Otro tanto ocurrió con el tomate de ramellet, con el que los productores obtuvieron hasta el 53 por ciento de los 4,87 euros por kilo que se pagó en la Isla, y con el melón erizo, del que los agricultores recibieron el 54 por ciento de los 2,16 euros por kilo de su precio.   

Carne y pescado

En cambio, los datos del Observatorio demuestran que los productores se quedan con un porcentaje mayor del precio final de la carne y el pescado. En el caso de la porcella, el productor obtuvo el 73 por ciento del precio y en el del cordero el 60 por ciento. En cuanto al pescado, el que reportó un mayor beneficio a los pescadores fue la sepia pequeña, de la cual se quedaron el 81,2 por ciento del precio. Desde la Conselleria señalan que esto se debe a que «en estos productos hay menos intermediarios entre el productor y el consumidor final».

El apunte

La carne en Menorca es la más barata de las Illes Balears

Según los datos del Observatorio de Precios que acaba de poner en marcha la Dirección General de Calidad Agroalimentaria y Producto Local, en colaboración con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de las Illes Balears (IRFAP), los consumidores menorquines son los que pagan menos por la carne de toda la comunidad autónoma, aunque la muestra se centra en dos productos más típicos de Mallorca que de las otras islas, como la porcella y el cordero.

De esta manera, en agosto el precio de una porcella (9 kg) se situó en la Isla en los 90,78 euros, mientras que en Mallorca llegó a los 116 euros y en Eivissa y Formentera alcanzó los 168,18 euros. Menorca también fue donde el precio del cordero fue inferior, y por un animal entero (10-12 kg) se pagaron 134,13 euros, mientras que el precio en Mallorca fue de 138 euros y en la Pitiüses de 146 euros.

Ahora, el objetivo del Govern es ir actualizando todos estos datos y ampliar los productos monitorizados, para que los productores puedan cobrar lo justo para mantener su actividad, señala el conseller de Agricultura, Joan Simonet.