La torre de control remota de Menorca no garantiza el correcto funcionamiento tras dos años de pruebas

A pesar de la incertidumbre que la torre de control remota genera entre los técnicos y profesionales de la actual torre de control y de las peticiones del Parlament balear, el Consell de Menorca y los ayuntamientos de la Isla para que se paralice el proyecto, el Gobierno defiende que se están llevando a cabo las «actuaciones necesarias para la implantación de una nueva tecnología digital que permita disponer de una dependencia de control remota en el Aeropuerto de Menorca».

Actualmente, recuerdan desde el Estado, se dispone de una nueva dependencia de control dotada de sistemas de navegación aérea y visualización mediante cámaras «que se encuentra en fase de pruebas que se iniciaron en 2022 y que no finalizarán hasta que esté garantizado el correcto funcionamiento de toda la instalación».

Mientras tanto, el servicio de control se sigue ejerciendo desde la actual torre de control convencional, que habría superado su vida operativa según un estudio que el propio gestor aeroportuario, Aena, encargó en 2014 a la empresa Incosa sobre el estado de la estructura de la torre de control. En las conclusiones del informe, se manifestó que a la instalación le quedaban entre cinco y diez años de vida operativa.

Noticias relacionadas

La torre de control remota de Menorca se aplaza por tercera vez y el Parlament exige su paralización

Más noticias relacionadas

Cinco años del anuncio

Cinco años después de ese informe, en 2017, se anunció que en lugar de una nueva torre de control se instalaría una torre de control remota. En 2020, el BOE publicó el convenio de colaboración entre Aena y Enaire para desarrollar la iniciativa tanto en Menorca como en Vigo, así como el calendario para desarrollarla, que marcaba diciembre de 2021 como límite para que el proyecto estuviera finalizado.

Sin embargo, la realidad ha sido que se han ido sucediendo hasta tres aplazamientos o suspensiones temporales en la adjudicación de las tareas de implantación de la torre de control remota a la empresa Gesnaer Consulting. La última suspensión la aprobó Aena el pasado 14 de marzo. En principio, este contrato debía empezar a ser vigente en octubre de 2020, con un importe de 1,5 millones de euros.

Deterioro evidente

A lo largo de estos cinco años en los que no se han ejecutado las obras, la torre de control convencional erigida en 1968 ha seguido operativa siendo la más vieja de España y los serios problemas estructurales se han ido agravando, empeorando la situación de la que se han quejado los trabajadores a través de sus sindicatos.

En numerosas ocasiones han apuntado a los nocivos riesgos laborales, además de sociales y económicos, que suponen las deficiencias que afectan a la torre, como la corrosión de la estructura metálica, la aluminosis del fuste o la existencia de amianto. Motivos todos estos por los que se aconseja su desmantelamiento y posterior demolición.