El sistema está pensado para operar con más seguridad los enlaces

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El sistema de baterías que Red Eléctrica gestionará –previsiblemente a partir de 2026– junto a la subestación de Es Mercadal tendrán un rango de uso muy limitado para no entrar en conflicto con la normativa europea. Como recuerda la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), para que puedan ser gestionadas por el responsable de la red de transporte y operador del sistema eléctrico, las baterías deben estar plenamente integradas en la red de transporte, es decir, no se puede utilizar para otros fines que no tengan que ver con las infraestructuras de alta tensión, y en concreto con la cobertura del servicio ante posibles fallos en los enlaces submarinos.

Red Eléctrica no podrá inyectar energía en el sistema en condiciones normales, ni tan siquiera para evitar un desequilibrio de la frecuencia cuando se produzca un incidente que haga caer uno de los grupos de generación de la central térmica de Endesa en el puerto de Maó. El único supuesto por el que podrá entregar al sistema la energía que almacenen es el de una desconexión inesperada en el cable submarino entre Mallorca y Menorca o en el enlace entre Mallorca y la Península. Las baterías, sin llegar a utilizarse, sí que servirán para más que duplicar la energía que llega desde Mallorca y eso reducirá las necesidades de generación de la central y permitirá una mayor capacidad de evacuación de renovables, además de impedir un apagón sin falla el cable.