116 de los 296 amarres que gestiona el Club Náutic Ciutadella se ubican en los pantalanes de base de la zona de Cala en Busquets | Katerina Pu

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Ports de les Illes Balears ultima el proyecto de construcción de una marina seca en Cala en Busquets para almacenar embarcaciones en tierra fuera de temporada y así ampliar la capacidad de atraque en el puerto interior de Ciutadella. Es una de las dos instalaciones de este tipo ya previstas en el Pla General de Ports de Balears, que también contempla una marina en seco en la zona de Cala Figuera del puerto de Maó.

La iniciativa, que pretende aprovechar los terrenos municipales que antiguamente debían acoger la fallida ampliación del puerto, será contemplada en el futuro concurso público para adjudicar la concesión de Cala en Busquets, que el Club Nàutic Ciutadella pierde en principio el 7 de enero de 2025.

El Nàutic ha podido gestionar los 116 amarres, de entre 6 y 10 metros de eslora, desde 2007, en tres periodos consecutivos de cinco años, lo que le ha permitido estabilizar sus ingresos y poder seguir con una función que beneficia a unos 200 deportistas y a las más de 900 familias que son socias de la entidad.

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El inminente fin de la concesión supone una seria amenaza para el club, cuyo presidente Juanmi Llompart mantuvo este lunes una reunión con el conseller Juan Manuel Lafuente y la plana mayor de Ports de la que salió «con buenas sensaciones».

Como quiera que los trámites de convocatoria del futuro concurso todavía se demorarán, Llompart pidió al conseller, el director general de Ports,Antoni Mercant, y el gerente insular Kiko Villalonga que le sigan confiando hasta entonces la explotación de los amarres. «Nos han dejado tranquilos de que, al menos, valoran nuestra función social y la tendrán en cuenta, y que no cederán ante una marina privada. Confío que podamos presentarnos y tener más opciones de llevarnos la nueva concesión. Es nuestro objetivo más inminente».

El resto de amarres, hasta 2042

La concesión de los otros 180 amarres del Club Nàutic en el puerto (entre el Moll de la Trona y la pasarela interior), 70 de ellos de tránsito, ha sido recientemente ampliada hasta 2042, e incluso existe la posibilidad de que pueda ser prorrogada en otros 15 años de común acuerdo con la asociación de clubes náuticos de Balears.

Los 296 amarres que explota suponen gran parte de la recaudación del Club Nàutic Ciutadella, que también ingresa dinero de las cuotas de los socios y de la gasolinera del puerto. «Sin estas entradas de dinero no podríamos mantener nuestra labor social. Somos un club náutico, no una empresa con afán de lucro, y reinvertimos todo aquello que ingresamos para poder seguir generando actividades y mejorando las instalaciones», dice Llompart.