Garrafas llenas de colillas recogidas en el entorno del Lago de Cala en Bosc este verano. | Per la Mar Viva

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Una sola colilla puede llegar a contaminar entre cuarenta y mil    litros de agua, destila tóxicos como metales pesados, nicotina, hidrocarburos y nitrosaminas, sin embargo muchos fumadores tiran los restos de sus cigarros al suelo, en la ciudad, en el campo o cerca del mar. Para luchar contra esta nociva e incívica costumbre en el puerto deportivo de Cala en Bosc se ha llevado a cabo una campaña que ha logrado retirar del suelo, en los muelles y muy próximas a caer al mar, 7.225 colillas, con una media de 195 colillas al día en el perímetro que rodea el puerto deportivo.

La cifra da una idea del problema de contaminación que supone el abandono indiscriminado de colillas por una parte de los fumadores, ya que esos restos, con el viento, suelen acabar en el mar y, arrastrados por las corrientes, ser ingeridos por animales marinos y aves, además de ensuciar rocas y arenales de las playas.

La concesionaria del puerto deportivo, Nexport, contrató a Per la Mar Viva Pro para desarrollar una serie de acciones relacionadas con la gestión ambiental del lago, y Per la Mar Viva implementó acciones como la limpieza del perímetro y la lámina de agua; el análisis y detección de elementos contaminantes por la actividad humana y su solución.

Así, se detectó que una de las problemáticas era el abandono de colillas por parte de algunos fumadores entre los visitantes del puerto y también algunos de los empleados de los restaurantes.

Cenicero con cartel informativo en uno de los postes instalados en el puerto deportivo de Ciutadella.

Para evitarlo se han instalado postes con ceniceros y un cartel informativo, en todo el perímetro del lago, con el lema de la campaña «Les llosques al cendrer». En el cartel se puede ver la foto de una esquina del muelle con las barcas amarradas al fondo y una colilla en el suelo, a punto de caer en el mar.

Per la Mar Viva Pro ha financiado la mitad de los ceniceros y se ha encargado de su vaciado periódico, realizando el trabajo de campo de recoger datos, es decir, las colillas han sido contadas, tanto las que se tiran como las que se han depositado en los ceniceros. En tres semanas se han recogido en los ceniceros 1.533 colillas, con una progresión favorable en cuanto a los restos de tabaco que se depositan en el cenicero (437) frente a los que acaban en el suelo (179), según datos del recuento del pasado día 12.

El estudio concluye que vale la pena invertir en la instalación de los ceniceros en las vías públicas, ya que una parte de los fumadores sí hace uso de ellos si los ve disponibles.

El apunte

En marcha el diseño de un cenicero de bolsillo hecho con plástico reciclado

Como parte de la campaña se realizó una encuesta entre fumadores y el 80 por ciento de estos admitió que desconocía la existencia de ceniceros de bolsillo. Este objeto se vende en el mercado y según Per la Mar Viva, debería formar parte del kit de un fumador, tan imprescindible como el mechero, para evitar la tentación de tirar la colilla en cualquier sitio. La entidad está diseñando su propio modelo de cenicero portátil y de bolsillo que construirá con los plásticos que retira del mar, reciclándolos.