Con la voluntad de proteger la bóveda insular de la contaminación lumínica, el ingeniero aeronáutico y doctor en física, Héctor Linares Arroyo, lidera el proyecto para combatir este problema, el cual opta a ser financiado por la asociación ecologista Menorca Preservation. De esta manera, se pretende valorar el grado de cumplimiento, seguimiento y vigilancia de la regulación aprobada definitivamente por el Consell en 2021, a la vez que se conciencia a la ciudadanía, empresas y administración pública sobre la problemática.
Situación de la Isla
«Estuve hace cinco años en la Isla y tuve la oportunidad de hacer una pequeña observación durante dos noches. Fue algo muy esporádico, pero me dio tiempo a comprobar que la situación no era catastrófica, aunque sí existe cierto margen de mejora», explica el joven investigador catalán, quien visitó la Isla en 2019 para ofrecer una ponencia sobre la contaminación lumínica.
Aunque su proyecto está a la espera de poder ser admitido por Menorca Preservation, Linares y su equipo ya tienen preparada una planificación del estudio —se iniciaría a finales de otoño y tendría una duración de 6 meses— que llevarían a cabo en la Isla.
El físico admite que los principales puntos de conflicto podrían ser el aeropuerto y el puerto, donde «la normativa es muy rígida por seguridad, aunque siempre hay margen para mejorarlas», además de las instalaciones deportivas, «una batalla en esta materia porque muchas veces su uso no se adecúa al ciclo solar y en ocasiones se iluminan cuando no hay nadie que las utilice».
«En estas normativas siempre hay unos márgenes entre mínimos y máximos. Deberíamos acercarnos siempre a los mínimos y no a los máximos», subraya Linares.
Impacto en la salud
Según cuenta el espcialista, la luz blanca tiene un componente azul que inhibe «la segregación de ciertas hormonas que nos permiten descansar bien», lo que a largo plazo puede acabar derivando en diabetes, obesidad, problemas mentales... «Se ha demostrado que hay un vínculo entre el impedimento del correcto descanso con algunos cánceres relacionados con dichas segregaciones hormonales», advierte.
En este sentido, el científico considera que hay que hacer pedagogía sobre la contaminación lumínica. «Si la gente tiene claros cuáles son sus beneficios y amenazas, las medidas para combatirla serán bien recibidas. De primeras, siempre encontramos un rechazo generalizado porque se asocia la pérdida de luz a la inseguridad. Lo que realmente genera es sensación de inseguridad, pero no se ha demostrado que la intensidad de la luz esté correlacionada con un mayor o menor nivel de seguridad. Las medidas políticas se forman a partir de la opinión pública y no de las evidencias científicas», sentencia Linares.
Todo un especialista con un alto grado de experiencia y recorrido en Canadá
Héctor Linares tiene experiencia coordinando diferentes proyectos para combatir la contaminación lumínica, tanto en Catalunya, como en la región canadiense de Quebec. Fue en esta zona de Canadá donde el investigador vio como su proyecto tuvo un mayor impacto. «Se había construido un invernadero tan grande sin tener en cuenta el ángulo de iluminación, que durante la noche parecía que aún era de día. Toda la luz se escapaba, provocando un gran problema, por lo que hicimos un estudio similar al de Menorca. La administración nos apoyó y la empresa fue muy receptiva, así que conseguimos que se instalase un sistema de cierre para reducir la contaminación lumínica en un 99 por ciento», afirma. En estas zonas tan al norte del hemisferio, algunos países ajustan la luz del alumbrado público según la franja horaria.
Las claves
-
Menorca aprobó su reglamento en julio de 2021
-
El aeropuerto, uno de los puntos críticos
-
Las políticas de Escandinavia como ejemplo a seguir
32 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
Antes muerta que sencilla.....
La contaminació lumínica i la sonora son molt difícils d'eliminar perque molta gent no n'és conscient. I totes dues son dolentes per la natura i a més provoquen malalties. Llum, la justa. Renou, cap.
Es que de noche debería haber muy poca luz, con las mínimas farolas necesarias para ver, y de luz cálida amarillo-naranja dirigida sólo hacia abajo, sin esa increíble irracionalidad de que haya ninguna, ni la más mínima, luz dirigida hacia arriba. Será la única manera de poder volver a ver las estrellas de noche, que es una buena putada no poderlas ver. Y lo de que eso aumentaría la inseguridad ciudadana no es cierto, es un puro cuento chino.
Ni un duro mas para los xiringuitos Starligth, Region Europea de Gastronomia, Banderas Azules, Patrimonio Mundial. Toda esta gente son unos chupopteros. Y nosotros sus paganinis.
... de los mismos que nos intentan convencer que no necesitamos una carretera más moderna, desdoblada, llegan ahora los que afirman que no necesitamos tantos puntos de luz, que entre tinieblas se vive mucho mejor, como en el medievo... lo siguiente supongo que será desmantelar la sanidad pública, que para una gripe basta una aspirina, como cuando eramos jóvenes, y que con Son Espases basta... hospital mallorquín al que llegaríamos en barco, porque tampoco necesitamos transporte aéreo, supongo, que los menorquines tenemos demasiadas comodidades, no vayamos a compararnos con nuestros vecinos de otras islas...
Mucho más peligrosa para la salud es la contaminación acústica y aunque denuncies 100 veces en la Administración Pública no hacen ni caso, pero ni caso ¿para qué está la Ley del ruido y código penal?
Con ir a la explanada de mahon ya tendrán oscuridad….y otras muchas calles.
Como éste no sea uno de los "expertos" de Salvador Illa con el coronavirus, no hay por dónde cogerlo...
Será que los menorquines dormimos con los ojos abiertos y por esto molesta tanto. Quina xorrada. O será que algún amiguete de algún politico quiere hacer negocio.
En Ferreries es la falta de luz generalizada en todo el pueblo lo que nos afecta!!!