El turismo nacional está mostrando esta temporada un comportamiento mucho más conservador en cuanto al gasto en el destino. Tras el ‘boom’ registrado el año pasado, el gasto por persona y día ha caído a niveles de hace tres años . | Josep Bagur Gomila

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El principal mercado de turistas para Menorca ha pisado el pedal de freno. Lo venían detectando a pie de calle los negocios vinculados con la actividad turística y las estadísticas lo confirman. Se acabaron las alegrías para el visitante nacional, que en el mes de julio protagonizó la mayor caída del gasto medio diario por persona al menos desde el año 2015, cuando se estrenó la nueva metodología estadística de la encuesta Egatur. La nueva entrega publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística sitúa el gasto de los españoles el pasado julio en una media diaria de 102,38 euros, un 14 por ciento menos que en el mismo mes del año pasado, a pesar del contexto de subida generalizada de los precios.

La pérdida de poder adquisitivo del principal cliente de la oferta complementaria menorquina, sobre todo en temporada alta, se ha agudizado en el mes de julio, pero ya se venía apuntando desde el arranque de la campaña turística. Tanto en mayo, como en junio se produjeron sendos descensos en el desembolso medio de los españoles, del 13 por ciento y el uno por ciento respectivamente, situándose en valores que no se veían desde antes de la pandemia.

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Las estadísticas muestran asimismo un perfil muy distinto entre el visitante nacional del inicio de temporada y el del pleno verano. En mayo el gasto diario por cada turista nacional fue de 139,76 euros y en junio, de 132,78 euros. Son entre 30 y 40 euros diarios de media más que en julio. La explicación tiene que ver básicamente con el tipo de alojamiento. Mientras en el arranque de temporada llegan a la Isla una mayoría de clientes de hotel, apartamento y vivienda de alquiler turístico, con los costes que ello conlleva; julio es terreno abonado para los propietarios de segundas residencias y familiares y amigos de personas con casa en la Isla, sin contar otras modalidades de pernocta que están creciendo en plena contracción del gasto, como puede ser el autocaravaning.

El descenso del gasto turístico se registra de forma generalizada en todas las partidas del desembolso vacacional, desde el alojamiento y los desplazamientos (se suman aquí los externos para llegar a la Isla y los interiores en el destino) hasta los gastos en manutención, actividades contratadas y otras partidas no especificadas, como las compras. Es precisamente en este último apartado en el que se registra una mayor disminución del gasto, del 18,3 por ciento, solo por detrás del desembolso en el alojamiento, que roza el 20 por ciento.

La otra cara de la moneda la da el turismo extranjero, que resiste a la tendencia con una media de gasto diario por persona durante el mes de julio de 203,34 euros, apenas un 1,6 por ciento menos que hace un año. Además los visitantes internacionales venían de un arranque de temporada en que se habían registrado incrementos en este indicador. El mes de mayo fue especialmente llamativo en este aspecto, con un aumento del gasto medio diario del 17,7 por ciento. Con todo, gracias al incremento en la llegada de visitantes extranjeros, el balance global de gasto vacacional creció en julio ligeramente hasta alcanzar la cifra récord de 411 millones.