MENORCA - PESCA - Vuelve la pesca de langosta. Segunda temporada con el límite de 24 horas en el tiempo de calado y con una reducción paulatina de barcas. Un ejemplar de langosta recién capturado ayer por una de las barcas del puerto pesquero de Fornells. | Josep Bagur Gomila

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El Consell de Menorca será el encargado de decidir si los barcos de Mallorca pueden pescar langostas en las aguas que rodean a la Isla, a través de informes vinculantes. Así lo ha avanzado a Europa Press el director general de Pesca del Govern, Antonio María Grau, al ser preguntado por el proyecto de orden que prepara el Govern para regular esta pesca en las aguas interiores de Balears y el acceso de las embarcaciones de artes menores de Mallorca a Menorca.

Grau ha explicado que esta nueva norma se deriva de un intento del Ejecutivo de trasponer la regulación que ya existía para la pesca en aguas exteriores de Balears y «poner orden» en la pesca de esta especie, ya que hasta ahora se entrelazan distintas normativas que son «complejas» y «contradictorias». Por un lado, existe una norma estatal que impide a las embarcaciones del Mediterráneo estar fuera de un puerto más de 16 horas.

Por el otro, hay dos normas autonómicas -una es el Decreto de Artes Menores- que regulan que las embarcaciones no se puedan alejar más de 24 millas de su puerto base y, en caso de que quieran efectuar un cambio de isla, necesitan un permiso de la Dirección General de Pesca. Sin embargo, hay un decreto autonómico sobre el cambio de base que indica que un barco puede cambiar de puerto siempre que no realice una estancia de más de 48 horas pero «no aclara si es cambiando o no de isla».

Por estos motivos, Grau ha apuntado que este «vacío legal» lo intentarán arreglar en los próximos meses con esta nueva orden. Otro de los motivos que han promovido este proyecto de reforma es que, en la temporada de la pesca de la langosta -del 1 de abril al 31 de agosto-, los barcos mallorquines van a pescar con palangre a las aguas de Menorca, por lo que se llevan especies como el dentón común o el pargo común y cuando termina la época de la langosta, los pescadores menorquines se encuentran con una pesca «debilitada».

Reserva marina

Grau ha señalado que, en esta cuestión, está del lado de los pescadores menorquines pero ha incidido en que, en su opinión, deberían hablar entre las cofradías de ambas islas para ponerse de acuerdo. No obstante, ha aclarado que la pesca de langostas se suele hacer en las aguas que comprenden las islas de Mallorca y Menorca y en el Govern tienen la «sospecha» -no refrendada por estudios- de que la reserva marina del norte de Menorca exporta peces de calidad hacia el exterior, por lo que se pretende establecer una reglamentación para que el permiso que permite el cambio de isla que debe dar la Dirección General de Pesca, esté refrendado por un informe vinculante del Consell.

Cuatro pesqueros vienen a Menorca, pero genera «malestar»

A pesar de todo esto, el responsable balear de pesca, el director general de Pesca del Govern ha puntualizado que son cuatro los pesqueros de Mallorca que van a la isla vecina a pescar pero ha reconocido que esto genera «malestar» entre sus colegas menorquines.

Por su parte, el presidente de la Federación de las Cofradías de Pescadores de Balears, Domingo Bonnín, ha destacado que el archipiélago es la única comunidad que tiene regulada específicamente la pesca de este crustáceo, algo que ha apuntado que desde el franquismo ya se disponía de una normativa al respecto. En ese sentido, ha remarcado que esta regulación ha hecho que los recursos pesqueros del mar balear «no estén tan castigados», puesto que hay siete meses de veda. Para Bonnín esto se ejemplifica en que hace dos años se llegaron a capturar 53 toneladas de langostas en todo el archipiélago, algo que, desde su punto de vista, indica que los recursos «no están mal».
De acuerdo con los datos de los que dispone la federación, en Balears puede haber entre 120 y 130 embarcaciones de artes menores habilitadas para la pesca de la langosta pero ha matizado que el 1 de abril, no todas empiezan a pescar langosta y únicamente los meses de julio y agosto son en los que todas se dedican plenamente a ella.

El motivo es que la época de pesca de esta especie se solapa con la de las sepias, del chanquete y del atún, por lo que se diversifican las capturas en función de lo rentable que les sale la venta de los productos.

El apunte

La langosta, una población «sobreexplotada» en el Mediterráneo

A pesar de la visión positiva de Bonnín, la bióloga marina del Instituto Español Oceanográfico (IEO), Sandra Mallol, ha puntualizado que la situación de la población de langostas en el Mediterráneo está «sobreexplotada», pese a que ha admitido que hay lugares en los que está «más sana», como ha puesto el caso de Balears.

La científica ha destacado que esta situación se ha logrado gracias a las normativas que se han aplicado desde hace años y a los estudios científicos, que han permitido hacer una pesca «sostenible» de la especie, puesto que para «gran parte» de la flota de pesca artesanal es su «eje central» en la rotación pesquera, sobre todo en Menorca y Eivissa.
Mallol ha justificado el hecho de que esta especie esté tan «tocada» en el Mediterráneo al «descontrol» que hay en su pesca en zonas como Catalunya, la Comunitat Valenciana, Andalucía e incluso ha advertido que en la vertiente cantábrica la pesca de la langosta «ha desaparecido comercialmente».

Preguntada por cómo puede afectar el aumento de la temperatura del mar Mediterráneo a la langosta, la bióloga ha detallado que los estudios preliminares de los que dispone el IEO apuntan a que se ha producido un retraso en etapa de fecundación y desove de las hembras.