SOS Posidònia muestra en sus redes sociales los fondeos ilegales que detectan en la Isla.  | SOS Posidònia

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SOS Posidònia es una de las entidades más activas en Menorca, especialmente durante el verano, y desde hace años se dedica a vigilar los fondeos ilegales sobre las praderas de esta importante planta acuática. A pesar de que el servicio de vigilancia de la posidonia del Govern cuenta con tres barcas en la Isla, a las que se suma una más del Consell, la gran cantidad de embarcaciones que navegan por el litoral menorquín hace que la actividad del grupo de activistas sea fundamental para ayudar a detectar los fondeos sobre zonas protegidas, una de las infracciones más habituales.

Uno de los impulsores de la entidad, Guillem Mercadal, asegura que durante los meses de julio y agosto detectan una media de dos o tres infracciones al día. Para ello, cuentan con una red de observadores en tierra en toda la Isla —excepto en Ciutadella, que ahora está vacante—, y con una barca con remolque que les permite desplazarse a cualquier sitio. «Cuando vemos una infracción, lo que hacemos es grabar un vídeo completo desde el agua, desde el fondo hasta la matrícula de la barca, y luego lo pasamos al servicio de posidonia, para que ellos procesen la denuncia», explica.

Mercadal considera que todavía hace falta mucha pedagogía para acabar con la problemática de los fondeos sobre posidonia, que se acentúa por la masificación del litoral. «El problema es que somos muchos y todo el mundo quiere ir a los mismos lugares, y simplemente no hay sitio», remarca.   

Incivismo en el mar

Desde SOS Posidònia también piden una mayor vigilancia en el mar para hacer frente a los problemas que provocan las motos acuáticas y las lanchas que navegan a una velocidad excesiva o que intentan entrar en calas que ya están llenas. «Estaría bien crear una policía autonómica del mar», propone Mercadal.