El editor de «Es Diari», Josep Pons Fraga, presentó el acto, que ofreció cuatro excelentes ponencias sobre IA | Gemma Andreu

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La inteligencia de la naturaleza que de forma suficientemente expresiva obligó a suspender el Foro Illa del Rei el miércoles pasado no ha podido evitar la celebración de esta decimosexta edición, con un tiempo excelente, para tratar de la Inteligencia Artificial (IA). Y la respuesta de asistentes fue también excelente: 537 personas según una aplicación de IA, igualando las ediciones de mayor afluencia.

El tema interesaba al público que decidió asistir. La calidad de las ponencias desarrolló este interés y las preguntas del público mostraron, igual que los ponentes, que se valoran más las oportunidades que representa la IA y la robótica, que los riesgos. Estos existen, pese a que los cuatro expertos descartan consecuencias apocalípticas o meramente negativas, si se atemperan con normas y actitudes éticas, lo que está por ver.

El enfoque menorquín

La limitación del tiempo de los ponentes hizo que no se pudieran extender en ejemplos de cómo Menorca puede aprovechar las herramientas de IA para el desarrollo económico y el bienestar social. La primera conclusión es que los menorquines no pueden estar al margen del desarrollo de la IA. De hecho, ya está incorporada, sin oposición. El GPS es un buen ejemplo. Aunque alguien se plantea mantenerse al margen de la IA lo va a tener difícil, imposible. Todo lo que se invente fuera y se aplique aquí contendrá en el futuro aplicaciones de la IA. El Foro ha servido, por tanto, para abrir los ojos y poner sobre la mesa de las instituciones, de las empresas y de las organizaciones de todo tipo que la aplicación de herramientas de IA nos hará más competitivos con una mejora de la productividad y servirá para mantener el bienestar de muchas personas, por ejemplo los mayores que necesitan asistencia, como explicó María Bauzá.

Santiago Barro también definió la idea de que las empresas puedan contar con la IA como un asistente permanente, siempre dispuesto a ofrecer alternativas, análisis, mejoras en los procesos, en los diseños, en el conocimiento. Antoni Febrer aplicó estas mismas ideas a la educación y explicó las oportunidades que ofrece a alumnos, profesores y a los centros para mejorar el aprendizaje.

Karina Gibert, con 35 años trabajando como ingeniera informática en materia de IA, también describió las oportunidades. Incluso había especificado una serie de posibles actuaciones en Menorca para aprovechar las herramientas de la nueva tecnología, en distintos sectores. De todas formas, también especificó la necesidad de aplicar principios éticos que eviten la discriminación y las injusticias. Todos los ponentes coincidieron en que en última instancia siempre será un humano quien decidirá y seguramente sus decisiones serán más acertadas si aprovecha la IA.

El público opina

El coloquio también fue muy interesante. Rubén Adrián, presidente de la Cámara, planteó la diferencia entre inteligencia y sabiduría, que siempre corresponderá a las personas y no a las máquinas.

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Fede Segura, un industrial que veranea en la Isla desde hace años, planteó los obstáculos para el desarrollo de la IA en España. Para ello recurrió a la idea de que «Estados Unidos inventa, China copia y Europa regula». Karina Gibert reconoció que hay que ganar competitividad en Europa y generar tecnología propia.

Miguel Figueras, también empresario que aplica elementos de IA en su actividad, comentó el problema de utilizar contenidos registrados por parte de la nueva tecnología. Santiago Barro fue original al responder que aunque ChatGPT, por ejemplo, utilice contenidos que en su origen tienen copyright se liberan de este condicionante cuando producen algo nuevo y distinto.

Lalo Agustina, de La Menorquina, como periodista preguntó si no hay recursos de IA que ayuden a la fiabilidad de los contenidos.   Karina Gibert comentó que existen algunos trabajos de investigación que permiten descubrir cuándo un texto está escrito por una persona y es cuando contiene imperfecciones, ya que el generado por la máquina es perfecto.

Enric Pérez preguntó por el futuro de la creación narrativa, cuando la IA puede suplir la pluma de los escritores. María Bauzá invirtió el argumento y le propuso utilizar la IA para plantear cuestiones sobre un proyecto literario o incluso dejar que la IA lea una obra creada para hacerle preguntas que ayuden a mejorar el resultado de una obra.

Un Foro muy interesante

La diversidad del público, su procedencia y su particular interés, demostró que el tema del coloquio fue muy acertado.

El Foro contó con la presencia del presidente del Consell, Adolfo Vilafranca, Elena Costa en representación del Ayuntamiento de Maó, el senador Cristóbal Marqués, el diputado Joan Mesquida, el obispo Gerard Villalonga, los alcaldes Llorenç Ferrer y Joan Palliser, de Ciutadella y Es Mercadal, y representantes de otros municipios. En representación del vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Hacienda e Innovación asistieron Sebastián González, director general de Innovación y Transformación Digital, Miquel Cardona, director de IB-Digital, y José María Seguí, gerente del CentreBit Menorca.

Intervinieron también el presidente del Foro, Francisco Tutzó, de la Fundación Illa del Rei, Luis Alejandre, y asistió el presidente del Ateneu, Jaume Verdaguer.

El apunte

Un dispositivo para borrar las noticias que crean miedo ante la IA

Santiago Barro abrió el Foro de una forma muy demostrativa. Mostró noticias, algunas de 1961, para demostrar que los efectos negativos de internet o la IA no se han cumplido. Son 'fakes'. Y se puso las gafas de sol para, con el dispositivo de «Men in black» borrar de la memoria de los asistentes la información falsa sobre la IA. Posiblemente, el dispositivo no funcionó tan bien como cuando lo uso Will Smith, pero sirvió para enfocar el Foro hacia las oportunidades apasionantes que se abren con la Inteligencia Artificial.